Ciencia y arte: singularidades biológicas

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Édgar Samaniego Rojas

Resumen





Las grandes conquistas de la ciencia y del arte suelen ser ignoradas por los beneficiarios de la gran tramoya financiera de la sociedad; en cambio, los científicos que hacen grandes aportes para el conocimiento y la adaptación del hombre, participan escasamente de sus propios descubrimientos. Mientras el arte es indeterminista y emergente, la ciencia es probabilística y pre- dictible pero, uno y otra se han colapsado ante el enigma del universo y su origen o la emergencia de la vida. El carácter acumulativo y perseverante de la ciencia permite tolerar los horrores mentales que en el pasado la idolatría impuso en la interpre- tación de las constantes de la naturaleza; sin embargo, el racionalismo crítico con la explosión técnico-científica hicieron factible la aprehensión de la realidad objetiva. El artista no está obligado a demostrar sus abstracciones, la belleza no es exacta. El científico que no liga sus hipótesis al origen causativo de los procesos, volverá a la fabulación vegetativa, la ciencia es precisa en los resultados y sobria en sus convicciones. Arte y ciencia, ciencia y creación son biosingularidades que subyacen en la evolución conciente del pensamiento humano y sólo de el.





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Cómo citar
Samaniego Rojas, Édgar. (2019). Ciencia y arte: singularidades biológicas. Textos Y Contextos, 1(12), 4–9. https://doi.org/10.29166/tyc.v1i12.1532
Sección
Investigación original
Biografía del autor/a

Édgar Samaniego Rojas, Universidad Central

Las grandes conquistas de la ciencia y del arte suelen ser ignoradas por los beneficiarios de la gran tramoya financiera de la sociedad; en cambio, los científicos que hacen grandes aportes para el conocimiento y la adaptación del hombre, participan escasamente de sus propios descubrimientos. Mientras el arte es indeterminista y emergente, la ciencia es probabilística y predictible pero, uno y otra se han colapsado ante el enigma del universo y su origen o la emergencia de la vida. El carácter acumulativo y perseverante de la ciencia permite tolerar los horrores mentales que en el pasado la idolatría impuso en la interpretación de las constantes de la naturaleza; sin embargo, el racionalismo crítico con la explosión técnico-científica hicieron factible la aprehensión de la realidad objetiva. El artista no está obligado a demostrar sus abstracciones, la belleza no es exacta. El científico que no liga sus hipótesis al origen causativo de los procesos, volverá a la fabulación vegetativa, la ciencia es precisa en los resultados y sobria en sus convicciones. Arte y ciencia, ciencia y creación son biosingularidades que subyacen en la evolución conciente del pensamiento humano y sólo de el.