Revista Cátedra, 7(1), pp. 37-52, enero-junio 2024. e-ISSN: 2631-2875
https://doi.org/10.29166/catedra.v7i1.5204
vocacionales coherentes y satisfactorias para la persona, posiblemente
podrían incrementar su bienestar psicológico (Gutiérrez, 2021, p.7).
Es importante destacar que la identidad vocacional no es algo estático, sino que puede
evolucionar y cambiar a lo largo de la vida a medida que las personas adquieren nuevas
experiencias, habilidades y perspectivas. También, puede haber momentos de
incertidumbre o de reevaluación de la identidad vocacional, especialmente durante
transiciones importantes, como la entrada a la fuerza laboral o el cambio de carrera.
Según Bohoslavsky (2007), señaló que “el que elige, no está eligiendo sólo una carrera. Está
eligiendo con qué trabajar, está definiendo para qué hacerlo, está pensando en un sentido
para su vida, está eligiendo un cómo, delimitando un cuándo y dónde, es decir está
decidiendo su realización personal” (p.14). Al elegir una carrera profesional se toman
decisiones que implican el desarrollo integral como persona y como profesional en
búsqueda de su autorrealización.
La identidad vocacional efectiva según Santana y Vigueras debe ser sectorizada sobre la
base del contexto de la complejidad, reconociendo que no es pertinente aplicar soluciones
estandarizadas y unificadas, sino generar un abordaje que respete y reconozca las
diferencias individuales de los estudiantes. Este procedimiento se lleva a cabo mediante la
búsqueda y análisis de datos sobre oportunidades educativas y laborales en un entorno
acogedor que permite la toma de decisiones sobre un futuro responsable y otorga a las
personas total autonomía para iniciar y llevar a cabo proyectos de desarrollo personal y
profesional, desde la inserción contextual de la naturaleza personal, sociocultural y el
contexto en el que se desempeñan (Santana y Vigueras, 2023, p.7).
La identidad vocación incluye dos conceptos con un profundo significado psicológico, estos
son identidad y el otro de vocación. El primero se lo define como una concepción subjetiva
del yo y un determinante de la personalidad según teoría psicoanalítica. Al contrario, en la
Gestalt se considera como un conjunto de características que determinan el
comportamiento de una persona con sentido de pertenencia a un grupo social o cultural.
Por tanto, en esta investigación se consideró que la identidad es una característica de la
personalidad modificable con el tiempo y espacio según las vivencias de una persona, es
decir es dinámica y subjetiva. El segundo concepto es vocación, está determinado por el
interés, las aptitudes y agrado de realizar una actividad que producto de ello la persona
alcanza satisfacción de hacerlo. Además, se la consideró como “la disposición particular de
cada individuo para elegir la profesión u oficio que desee estudiar y ejercer, de acuerdo con
sus aptitudes, características psicológicas y físicas, motivaciones y marcos de referencia
socioeconómicos y cultural.” (D’egremy,1982, p. 20).
Lo vocacional proporciona una base sólida para la orientación académica y profesional de
los estudiantes. Les ayuda a seleccionar las áreas de estudio y las carreras que se alinean
con sus intereses y objetivos. Esto ayuda a evitar la elección de carreras que no son
adecuadas para ellos, lo que podría conducir a insatisfacción y falta de motivación en el
futuro. De acuerdo con Matthews et al., (2019).
La identidad profesional requiere de una formación bien delineada, ya
que existen variables que van a estar presentes dentro de un proceso
complejo, en el que los estudiantes adquieren destrezas, conocimiento y
actitudes necesarias para formar parte de un grupo o disciplina (p. 4).
La vocación bien desarrollada y alineada con los intereses y valores de un individuo
contribuye a su satisfacción laboral y bienestar general. Los estudiantes que eligen una