Revista Cátedra, 8(1), pp. 77-103, enero-junio 2025. e-ISSN: 2631-2875
https://doi.org/10.29166/catedra.v8i1.7343
varios tipos (flexibilidad), basándose en ideas existentes (elaboración), y producir ideas
originales (originalidad)” (p. 62). Enfatizan Brokes y Marshall (2004) que “la imaginación y
la originalidad se valoran más que la estandarización del pensamiento y la veracidad al
tiempo que caracterizan la escritura creativa” (p. 17). Para este efecto el currículo del
sistema educativo del Ecuador dentro de Lengua y Literatura aborda a la escritura.
Adicionalmente, hay una asignatura opcional, en la que destaca que la redacción creativa
“busca animar a la curiosidad y aplicar la experiencia para indagar investigar y escribir por
medio de la participación interactiva” (Ministerio de Educación del Ecuador, 2016, p. 2). Es
decir, los conocimientos previos y experiencias son de suma utilidad para el abordaje de la
escritura creativa y mediante el proceso didáctico genera en los estudiantes conocimientos
e ideas creativas, a fin de no solo plasmar ideas originales, sino involucrar al lector y emplear
la curiosidad como estrategia fundamental en el proceso de redacción.
En la escritura creativa se puede explorar una amplia gama de géneros, incluyendo la
narrativa (cuentos, novelas), la poesía, el teatro, los guiones de cine o televisión, el ensayo
creativo, entre otros. Este tipo de escritura fomenta la libertad de expresión y la
experimentación con el lenguaje, permitiendo al autor explorar su imaginación y dar rienda
suelta a su creatividad. Además, desde el punto de vista pedagógico, la literatura se ve
íntimamente ligada a la escritura creativa, pues, es reflejada como un elemento importante
que posibilita el devenir de la imaginación. Esto permite que los estudiantes desarrollen “la
capacidad de análisis alrededor de situaciones que se plantean en las consignas y para las
cuales se requiere del ejemplo de cómo lo hicieron los otros” (Guzmán y Bermúdez, 2019,
p. 93). En otras palabras, este tipo de destreza escritural fomenta la capacidad de reflexión
en torno a diferentes situaciones.
Ante esto, resulta necesario destacar que los escritores creativos suelen emplear técnicas
literarias como la metáfora, la descripción detallada, el diálogo y la caracterización para
crear mundos ficticios o dar vida a personajes convincentes. Además, la escritura creativa
puede ser una forma de autoexpresión, terapia o exploración personal, permite al escritor
conectar con sus propias emociones y experiencias de manera profunda y significativa. Así
Escartín (2014) aborda que la escritura terapéutica “es una técnica que combina la escritura
y la terapia para promover el bienestar emocional y mental de las personas” (p. 33). Por lo
tanto, es un medio poderoso para comunicar ideas y sentimientos de manera artística y
original, y puede ser disfrutada tanto por el escritor como por el lector como una forma de
explorar el mundo y la imaginación humana. Múltiples son las características de la escritura
creativa, entre las más relevantes están: a) originalidad y creatividad, b) uso del lenguaje
figurado, c) exploración de emociones y sentimientos, d) narrativa y estructuras no
convencionales, e) uso del imaginario y la fantasía, f) voz y estilo personal, g) ambigüedad y
múltiples interpretaciones, h) experimentación y riesgo literario, i) conciencia estética, j)
exploración de temas universales y personales.
2.1.1 Escritura (Ortografía, secuencia y orden, vocabulario, caligrafía, recursos
literarios)
La ortografía son normas, convenciones, reglas que se siguen en la escritura de una lengua,
aspectos como acentuación, puntuación, grafía, concordancia son parte de esta, su función
es garantizar la claridad y comprensión en la comunicación escrita. Así la Real Academia
Española (RAE) al abordar el término ortografía designa como la disciplina lingüística de
carácter aplicado que se ocupa de describir y explicar cuáles son los elementos constitutivos
de la escritura de una lengua y las convenciones normativas de su uso en cada caso, así como
los principios y criterios que guían tanto la fijación de las reglas como sus modificaciones
(RAE, 2010, p. 36).