La conflictividad de la ideología feminista en la cultura fang: una aproximación al estudio del patriarcado en Guinea Ecuatorial
The conflict of feminist ideology in the Fang culture:
an approach to the study of patriarchy in Equatorial Guinea
Pedro Bayeme Bituga-Nchama
Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial, Bata, Litoral
pedrobayem@gmail.com https://orcid.org/0000-0003-2310-5879
(Recibido:
10/12/2019; Aceptado:15/12/2019; Versión final recibida: 07/01/2020)
Cita del artículo: Bituga-Nchama, P. (2020). La conflictividad de la ideología feminista en la cultura fang: una aproximación al estudio del patriarcado en Guinea Ecuatorial. Revista Cátedra, 3(1), 15-27.
El presente artículo tiene el propósito de evidenciar la conflictividad que hay entre la ideología feminista y la cultura de una de las varias etnias de Guinea Ecuatorial. Este estudio es importante porque pone de manifiesto las múltiples dificultades que encuentra la ideología feminista para incidir en ese pueblo. Teniendo presente esta realidad, existe una aversión al feminismo porque se concibe como una amenaza al orden establecido por el sistema patriarcal que ha oprimido a la mujer durante largos años. Hoy en día las cosas empiezan a cambiar porque existe una toma de conciencia de parte de las mujeres que cuestionan todo lo que se ha dicho que era normal para ellas. La solución que se propone para evitar la sumisión de la mujer está en que se debe demoler el adoctrinamiento al que han asistido las mujeres dentro del sistema patriarcal al que hacemos referencia. En otras palabras, hay que despatriarcar la cultura. Por eso, una educación orientada hacia la igualdad entre varones y mujeres sería la mejor opción. Los principales resultados de este estudio muestran que es necesario el feminismo para que la mujer pueda darse cuenta que también es persona y merece ser tratada como tal, sin discriminación ni estigmatizaciones sociales. En relación a las consecuencias de esta solución hay que señalar que, si se educa tanto al hombre como a la mujer en igualdad, se construiría una sociedad más equitativa que no rechace la ideología feminista por considerarla perjudicial para la mujer de esta cultura.
16
Cultura, feminismo, ideología, patriarcado, subordinación.
This article aims to show the conflict between feminist ideology and the Fang culture of Equatorial Guinea. This study shows the reason why the roots of feminism as an ideology within the culture mentioned above are difficult. Feminism is a universal ideology that aims to end patriarchy. With this reality in mind, there is an aversion to feminism in Fang culture because it is conceived as a threat to the order established by the patriarchal system that has oppressed the Fang woman for many years. Admittedly, things are starting to change nowadays because there is an awareness of women who question everything that has been said that was normal for women. The solution proposed is that in order to avoid the submission of the Fang woman, she has to be educated in equality. The main results of this study show that feminism is necessary for the Fang woman to realize that she is also a person and deserves to be treated as such, without discrimination or stigmatization. In relation to the consequences of this solution, it should be noted that if both men and women are educated in equality, a more equitable society that does not reject feminist ideology would be buil,t because it is considered harmful to Fang women.
Culture, feminism, ideology, patriarchy, subordination.
El presente artículo tiene como objetivo explicar por qué existe un rechazo de la ideología feminista dentro de la etnia arriba mencionada. Este rechazo hace que la palabra feminismo se convierta en un importuno, esto debido a que evitaría que las mujeres se movilicen para acabar o cuestionar seriamente el sistema patriarcal que se está estudiando, donde la mujer tiene que cargar con un peso cultural que muchas veces ni siquiera puede soportar. Si bien no existe una bibliografía nacional que aborde esta cuestión que estamos presentando, conviene indicar que este estudio se elabora mediante la observación de la mujer Fang en su contexto cultural. Al no existir estudios rigurosos sobre el feminismo en Guinea Ecuatorial, se ha tenido que investigar partiendo de la observación directa. En este sentido, matizar que la mujer Fang es víctima del patriarcado que ejerce sobre ella una serie de deberes o tradiciones culturales como la poligamia impuesta, el levirato, así como otra serie de ritos que no hacen más que legitimar la opresión e infravaloración de la mujer.
El problema que se observa está en que los hombres están intentando reorganizarse para frenar o combatir la ideología feminista que están abrazando las mujeres y evitar así que tomen conciencia de su estatus de abnegadas y sumisas a los hombres. En la cultura Fang- Bantú, el rol de la mujer se ha creado bajo un sistema de dominación masculina que se conoce con el nombre de patriarcado. La discriminación a la mujer tiene un fundamento patriarcal, el cual sirve para oprimir sistemáticamente a la mujer. Esa afirmación se fundamenta con el hecho de que en esta cultura se pone al hombre como medida de todas las cosas, eso significa que el sexo masculino tiene la facultad de gobernar sobre las mujeres y convertirse en dueño de ellas. Por eso, es evidente que se trata de una cultura machista donde la mujer es discriminada por su sexo y, por ende, avocada a permanecer en un status quo en el que se la subvalora.
El patriarcado Fang representa todo lo opuesto al feminismo. Eso porque el feminismo preconiza emancipación e igualdad, y el patriarcado aboga por el dominio y la opresión
17
sistemática de la mujer. Por lo tanto, los hombres muestran una aversión contra el feminismo por miedo a que la mujer se emancipe y quiera cuestionar los preceptos culturales que la envilecen. Así pues, se observa que se trata de una pelea en la que va perdiendo el patriarcado. Además, también se puede notar que la mujer de ayer no es la misma de hoy. Las mujeres han entendido que pueden ser libres e igualarse a los hombres, al menos en cuanto a la igualdad de oportunidades y a la igualdad de decidir por sí mismas. En esta investigación, hemos elegido la palabra conflictividad, porque observamos que actualmente en la cultura en cuestión hay una pugna entre el feminismo y el patriarcado. Ningún hombre Fang que asume la estructura cultural ancestral, puede admitir que una mujer sea feminista, pues eso supondría trasladar el poder a las mujeres. Con base a lo expuesto se plantea las siguientes interrogantes: ¿qué le da legitimidad al patriarcado para oprimir a la mujer Fang? ¿es el feminismo una trinchera para la mujer o simplemente es su oportunidad para exigir su autonomía? ¿por qué el hombre Fang se opone al feminismo? ¿el feminismo es incompatible con la cultura Fang?
Para la defensa de la tesis que se maneja aquí, se plantea la siguiente hipótesis: si la mujer Fang recibiese una educación feminista, no soportaría todas las vejaciones a las que se ve sometida por el patriarcado. Para defender esta postura, se argumentará con base en algunas autoridades científicas, y luego se responderá a los que intentan negar la subordinación de la mujer al hombre, para después mostrar que el patriarcado Fang tiene miedo de la ideología feminista y por eso pone varios óbices para repeler su incidencia dentro de esta cultura.
Como pórtico a la explicación, se ha de decir que hablar de los Fang exige realizar una breve descripción sobre ese grupo cultural que se encuentra disperso en varios países de África Central como Camerún, Gabón, Congo, Santo Tomé y Príncipe. Proceden de la gran familia lingüística que se conoce con el nombre de bantú. De hecho, la lengua Fang guarda una similitud lingüística con la de otros pueblos de África Central.
Para entender mejor lo que son los Fang, téngase en cuenta que:
Los Fang constituyen el grupo étnico más numeroso de la República de Guinea Ecuatorial. Originarios del interior de la región continental, conocida como Río Muni, es posible encontrarlos en la actualidad en todas las provincias del país y se estima que constituyen el noventa por ciento de la población del mismo. Más allá de las fronteras ecuatoguineanas se encuentran distribuidos por los países vecinos, constituyendo uno de los grupos étnicos más numerosos del África Central (Ovono, 2018, págs. 33-48).
Tal como se puede observar en la cita anterior, se trata de un grupo étnico que se ha consolidado en África Central. Durante varios años, ese pueblo ha ido configurando su propia cosmovisión del mundo. De hecho, se puede hablar de una cultura que se ha ido trasmitiendo de una generación a otra, conservando el legado cultural heredado de sus ancestros. Es un pueblo que tiene un origen difuso porque son ágrafas y no existen testimonios que realmente describan con exactitud su procedencia. La hipótesis frecuente suele ser que los Fang proceden del norte de África, donde habían migrado en busca de mejores asentamientos para dedicarse al cultivo y a la caza.
Abundando un poco más sobre los Fang, el profesor Boleká señala que:
18
Los Fang son un grupo étnico con una identidad cultural y lingüística muy características […] Es un pueblo que sigue conservando su estructura tribal con patriarcas por encima de quienes no existe otra autoridad […] Hemos de decir que se trata de un pueblo que se rige por el sistema de clanes, cuyo grupo base es la familia horizontal, y cuyos miembros están agrupados alrededor de un patriarca, de unos descendientes, de otros familiares consanguíneos, etc (Boleká, 2003, pág. 25).
Retomando la reflexión de Bolekia, los Fang constituyen un grupo étnico con sus propias idiosincrasias. Esto significa que tienen sus propios mitos, filosofía, antropología, lo cual constituye el acervo cultural que les singulariza. Ahora bien, teniendo presente que el feminismo es un movimiento universal, es más correcto, al menos en nuestro contexto, hablar de ideología feminista porque como se ha dicho, “no hay un solo feminismo, sino una multitud de feminismos” (Elósegui, 2011, pág. 18). Si existen varios feminismos, luego es aconsejable hablar del pensamiento feminista africano, pues estudia a la mujer africana dentro de su propio contexto. De hecho, en esta investigación abordamos la ideología feminista universal en el contexto africano de la mujer ecuatoguineana, que resalta las dificultades que ella atraviesa en su cultura y que la condicionan a tener que comportarse de una determinada manera. En otras palabras, el feminismo africano es el que “enfatiza las discriminaciones que sufren las mujeres africanas en virtud no solo del sexo/género, sino también, y sobre todo, de la esclavitud, del colonialismo y del racismo” (Landaluze & Espel, 2015, pág. 43). Dicho de otra manera, el feminismo africano estudia y vive las realidades de la mujer africana, que muchas veces son ajenas a las mujeres de otros contextos culturales, como la ablación, el matrimonio forzoso, el levirato y la poligamia.
Todas estas realidades que vive la mujer africana en general, son el testimonio claro de la existencia del patriarcado, un sistema de dominación longevo y perfectamente establecido por los grandes patriarcas. Siendo un poco más precisos, por patriarcado nos referimos a “un sistema de organización social en el que los puestos clave de poder (político, económico, religioso y militar) se encuentran, exclusiva o mayoritariamente, en manos de hombres” (Morán, 2018, pág. 39).
En la literatura internacional, la cuestión del patriarcado y el feminismo está muy estudiada. Es decir, son temas que cuentan con una amplísima literatura, tal como puede observarse con la pléyade de autores citados en este trabajo. Por lo que nuestro propósito en esta investigación no consiste en reconstruir de nuevo el marco teórico del feminismo, pues a criterio personal se considera que para eso ya existe mucha bibliografía. Con respecto a los feminismos africanos, ámbito en el que se circunscribe esta investigación, hemos de decir que no hay suficientes investigaciones realizadas que estudien las relaciones sexo/género dentro del continente africano.
Las primeras reivindicaciones feministas se remontan a la Revolución Francesa, con protagonistas como Olimpia de Gauges, Mary Wollstonecraft, entre otras que lucharon junto a los hombres, para conseguir los mismos derechos. Tras estas reivindicaciones, se llegó a las sufragistas, las cuales marcan la segunda ola del feminismo donde se exigían que las mujeres tengan derecho al voto, una conquista que no fue nada fácil, aunque finalmente se consiguió el propósito. Por primera vez las mujeres podían expresar su voluntad en los asuntos que le afectaban a toda la ciudadanía, a través de su participación en el sufragio universal. Por todo ello, es evidente que la lucha feminista está llena de muchos escollos porque no ha sido y no es fácil el camino que se está recorriendo para lograr la emancipación total de la mujer. El feminismo como teoría política debe profundizar y continuar avanzando en la emancipación de las mujeres. Uno de los grandes acontecimientos del feminismo se
19
produjo con la publicación de la Obra de Simone de Beauvoir, El Segundo sexo, donde se marca un antes y un después de la ideología feminista. En esta obra, la autora menciona que “entre las mujeres y los hombres no hay una situación de reciprocidad, sino una relación de dominación por parte del hombre que utiliza a la mujer como sujeto dependiente en función de sus intereses económicos, ontológicos y morales” (Beauvoir, 2011, págs. 16-17). Después de la publicación de esta obra, más tarde aparecería La mística de la feminidad de Betty Friedan, para contribuir al igual que sus predecesoras a catapultar el pensamiento feminista. Las preocupaciones de Friedan sobre la situación de la mujer quedaron evidenciadas en su libro arriba mencionado. En su línea argumental, Friedan señala aspectos como que:
A la mujer se la enseñó a compadecer a aquellas mujeres neuróticas, desgraciadas y carentes de feminidad que pretendían ser poetas, médicos o políticos. Aprendió que las mujeres verdaderamente femeninas no aspiran a seguir una carrera, a recibir una educación superior, a obtener los derechos políticos, la independencia y las oportunidades por las que habían luchado las antiguas sufragistas. […] Miles de voces autorizadas aplaudían su feminidad, su compostura, su nueva madurez. Todo lo que tenían que hacer era dedicarse desde su más temprana edad a encontrar marido y a tener y criar hijos (Friedan, 1965, págs. 29-30).
Evidentemente, tanto Friedan (1965) como Beauvoir (1949) constituyen una referencia dentro de los estudios feministas. Las dos se enfocaron en demostrar que muchas cosas que se consideraban naturales como la sumisión de la mujer en relación al hombre, no eran más que producto de un constructo social establecido por los hombres. En este sentido, tal como señala Suárez, “el feminismo cobra mucho sentido cuando se define como un movimiento favorable a la mejora de la condición política, social, pedagógica y muy especialmente económica de la mujer” (Suárez, 2008, pág. 10).
Por lo tanto, el feminismo no significa una ideología que va contra el hombre, aunque en ocasiones se haya interpretado así, lo cual no es extraño porque el feminismo cuestiona el orden establecido en el que la mujer es sumisa al hombre, un orden que aventaja sin lugar a dudas, a los varones. Las mujeres no luchan para medirse el pulso con los hombres, simplemente se trata de una serie de reivindicaciones que claman justicia e igualdad, pues se han dado cuenta que la opresión de la mujer no tiene ningún fundamento, ni siquiera se puede seguir manteniendo el argumento de la diferencia biológica de los sexos para explicar por qué existen desigualdades entre los hombres y las mujeres. Hoy en día, la Iglesia Católica tampoco respalda que exista una distinción entre los sexos de ahí que se sostenga que “según la imagen del creador no hay ni macho ni hembra” (Suma Teológica I, q.92, a.1, c.). Evidentemente, esto significa que no es natural que se oprima o que la mujer sea inferior al hombre. Es cierto que en este trabajo se habla de la mujer Fang, pero admitimos que frente a las reivindicaciones feministas no existen diferencias en cuanto a las mujeres porque todas quieren emanciparse, salir adelante o poder tener sus propios ingresos sin depender del hombre. Dicho de otra manera, lo común a todas las reivindicaciones feministas está en que en todas quieren demoler el sistema patriarcal que tanto daño ha hecho. Pese a esta evidencia, cabe también volver a matizar que en esta lucha se debe tener en cuenta el contexto cultural de cada mujer.
Para entender la conflictividad de la ideología feminista en la cultura Fang, conviene tener en cuenta que la teoría feminista en sí, se basa en “tres categorías básicas como diferencia,
20
desigualdad y opresión” (Ritzer, 1993, pág. 365). Ahora bien, la fundamentación del patriarcado en Guinea Ecuatorial y su rechazo al feminismo, se puede entender según Ritzer, en las siguientes teorías.
a) La teoría de la diferencia biológica de los géneros. El enfoque tradicional para explicar la desigualdad entre el hombre y la mujer está en el argumento de que “la vida interior psíquica de las mujeres es, por lo que respecta a su configuración general, diferente de la de los hombres” (Ritzer, 1993, pág. 367). Partiendo de esa evidencia, es justificable que el hombre y la mujer tengan que ser tratados de manera diferente.
La desigualdad y la opresión son, en este sentido, fruto de la diferencia biológica entre hombres y mujeres. La diferencia se establece a partir de la fisionomía del hombre y la mujer, es decir, las características anatómicas de la mujer hacen que merezca un trato diferente al hombre. Además de esto, hay que tener en consideración que, en muchos pueblos del mundo, entre ellos el pueblo Fang de Guinea Ecuatorial, parten de esta diferencia para establecer unas pautas de comportamiento diferentes para hombres y mujeres. En síntesis, el trato desigual o diferente que recibe la mujer se suele justificar partiendo del hecho de que la naturaleza hizo diferentes al hombre y a la mujer. Por tanto, también deber ser tratados de manera diferente donde la mujer se lleva la peor parte.
b) Las teorías de opresión de género ¿Por qué el hombre Fang se opone al feminismo? Este es el interrogante que hemos propuesto dar respuesta en esta investigación. En primer lugar, hay que reconocer que el feminismo es todo lo opuesto al patriarcado. Al hombre Fang le interesa oprimir y someter a la mujer porque así puede hacer todo lo quiere con ella. En este sentido, hay que señalar que:
Para las teóricas y teóricos de opresión de género, las mujeres se encuentran en una situación en la que los hombres las usan, las controlan, las someten y oprimen. Esta pauta de opresión está profunda y poderosamente incorporada en la organización de la sociedad, una estructura básica de dominación llamada comúnmente patriarcado (Ritzer, 1993, pág. 379).
Si existe esta conflictividad entre el feminismo y el patriarcado es porque los hombres no están dispuestos a que la mujer también asuma el poder. Entendiéndose por poder aquí, el hecho de que la mujer también puede realizar tareas que tradicionalmente han sido de los hombres. La lucha contra la opresión exige que la mujer se desvincule del sistema patriarcal porque es totalmente incompatible con la ideología feminista. La opresión se viene ejerciendo sobre la mujer en todas las partes del mundo porque la mujer era vista como un ser inferior al que se tenía que educar de acuerdo a ciertos estándares de cada sociedad. Siendo más precisos, el patriarcado debe destruirse en todas sus formas por representar un sistema de dominación masculino. Por tanto, la única forma de combatir el patriarcado es empoderando a la mujer para que este luche por sus derechos. La mujer ha sido inmolada dentro de la tradición Fang, relegándola a un segundo plano, y haciéndola creer que su único propósito era traer vástagos al mundo y satisfacer los deseos carnales de su marido. El feminismo ha dicho, ¡basta ya! ¡ningún paso atrás!
La revolución actual de Guinea Ecuatorial es sobre todo feminista porque el acceso al mundo laboral por parte de las mujeres no tiene precedentes en la historia de Guinea Ecuatorial. La mujer Fang ha salido de lo privado a lo público. Este logro ha sido a criterio personal, por la difusión de la ideología feminista en todas las partes del orbe, lo cual representa un avance cuantioso sobre las cuestiones de género en Guinea Ecuatorial.
21
Los movimientos feministas actuales señalan que un género particular (la mujer) ha sido sistemáticamente oprimido. Por esta razón, la lucha feminista actual se encarga de poner fin a todos los privilegios que los hombres han tenido en detrimento de las mujeres. En las sociedades, los hombres se han presentado como protectores de las mujeres porque aparentemente son débiles y necesitan un hombre para protegerlos, mientras que, a cambio, se dedican a las tareas domésticas y al cuidado de los niños. Con esa forma de organizar las cosas, las mujeres terminaron sin su propia autonomía, pero es hora de que se destruyan los estereotipos sociales para marcar la diferencia entre hombres y mujeres. Tal como está el mundo hoy, las mujeres deben tomar el liderazgo del mundo, porque los hombres no han logrado llevar a la humanidad a un mejor camino, un hecho que es evidente en cuestiones como las dos guerras, la destrucción del ecosistema, entre otras cosas. Por esta razón, las mujeres necesitan tomar el liderazgo del mundo. En la lucha por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, no es solo la mujer la que lucha para que esto sea posible. También hay hombres que se han dado cuenta de las injusticias o desigualdades sociales que el patriarcado ha impuesto sobre la base del sexo / género. Por esta razón, el feminismo de hoy se entiende como:
Lo relativo a todas aquellas personas y grupos, reflexiones y actuaciones orientadas a acabar con la subordinación, desigualdad y opresión de las mujeres y lograr, por tanto, su emancipación y la construcción de una sociedad en la que no tengan cabida las discriminaciones por razón de sexo y género (Castells, 1996, pág. 10).
A partir de la definición anterior, el fundamento teórico del feminismo cobra más fuerza porque su meta es, en última instancia, acabar con la total subordinación de la mujer al hombre, aunque hay que precisar que la subordinación de la mujer ha sido la forma más universal de explotación que se ha registrado en todos los pueblos del mundo. De hecho, el patrón que se observa en todas las culturas del mundo está en el papel secundario que tienen las mujeres. Por eso, cuando aparece el feminismo termina tropezando con detractores, porque lo han considerado como una teoría que alienta al conflicto entre lo masculino y lo femenino, es decir, se tiene que tratar con vilipendia. Teniendo presente la configuración de las sociedades por medio del patriarcado, es necesario la existencia del feminismo porque es un “movimiento crítico de transformación social” (Bañon, 2003, pág. 40). A la luz de esta investigación se ha de dejar claro que no estamos en contra de la cultura Fang, pues consideramos que es parte de las idiosincrasias de un determinado pueblo. No obstante, el punto de fricción de esta temática se encuentra la cosificación a la que se ha reducido la mujer y se intenta seguir haciéndolo, rechazando cualquier ideología como la feminista que la ayude a emanciparse. En seguida, se expone las razones por las que existe un rechazo de la ideología feminista, como una manifestación del patriarcado. En la cultura en cuestión, existen razones para no querer que haya feminismo en Guinea Ecuatorial, al menos como un movimiento que se oponga al sistema patriarcal actual. Por ejemplo, la poligamia que es una de las maneras en que se manifiesta el patriarcado en Guinea Ecuatorial, se fundamenta de varias maneras, es decir, el patriarcado impuesto por el hombre Fang, intenta justificar su práctica a través de varios argumentos.
En este sentido, Nsang Ovono señala que “son muy distintas las motivaciones que se alegan para apoyar la estructura familiar polígama. Entre las motivaciones que llevan al hombre Fang a practicar la poligamia están las razones económicas, sociales, sexuales y reproductivos” (Ovono, 2018, págs. 44-45).
En efecto, para que emerja una nueva sociedad que no abandone su cultura pero que critique se aleje de aquellas cosas que deshumanizan al ser humano, es necesario que se
22
produzca la consolidación de la ideología feminista. Para vivir en una sociedad que no discrimine a la gente por su sexo, es necesario que se promueva la ideología feminista en Guinea Ecuatorial, y que, efectivamente, el feminismo actué como “la linterna que muestra sombras de todas las grandes ideas gestadas y desarrolladas sin las mujeres y en ocasiones a costa de ellas: democracia, desarrollo económico, bienestar, justicia, familia, religión, etc.” (Varela, 2019, pág. 27). En ese sentido, la construcción cultural de la mujer tiene que ser demolida mediante el cuestionamiento de todas las instituciones en las que se manifiesta el patriarcado, el cual es germen de la opresión en la que han estado envueltas las mujeres durante años.
En relación al tema que se está abordando, se defiende la siguiente tesis: existe conflictividad entre la ideología feminista y el patriarcado en la cultura Fang de Guinea Ecuatorial porque los hombres quieren seguir oprimiendo a las mujeres.
La única manera en la que se puede evitar la conflictividad de la que se habla en esta investigación es despatriarcando la cultura que se ha heredado. El problema está en la manera en que la cultura concibe al hombre y a la mujer, asignándole unas funciones o roles en función de su sexo. La arbitrariedad de la cultura es la que hace a la mujer subsumirse en el trato vil que recibe del hombre. La importancia de la mujer está vinculada con su maternidad, de hecho, se la valora porque es capaz de procrear. Para que eso cambie es necesario que las mujeres reciban una educación feminista que les ayude a salir del yugo patriarcal en que se ven inmersas. En este epígrafe, se les responde a aquellos que niegan de que la mujer está subordinada al hombre, obligada a respetar incuestionablemente lo que dice su amo. Para algunos escritores guineoecuatorianos, la mujer goza de los mismos derechos y oportunidades que el hombre. Por educación feminista se entiende que la mujer deba ser educada como una persona que tiene sus derechos y merece ser tratada con respeto y dignidad, algo que está muy desdibujado dentro de esta cultura en la que los hombres ponen las pautas en la que se tienen que mover las mujeres.
Las enormes diferencias socioculturales que existen entre hombres y mujeres se han establecido mirando siempre al hombre. Eso significa que ellos asumen la encomienda de cuidar a la mujer, ya que es imposible que por sí sola pueda hacerlo. El orden establecido por los grandes patriarcas hace que sea difícil la emancipación de la mujer. Este orden está tan bien establecido porque se ve propiciado por el patriarcado, “un sistema de dominación masculina que determina la opresión y subordinación de las mujeres” (Varela, 2019, pág. 109). Concienciar a la mujer sobre su situación dentro de esta cultura, supone revolucionarlo todo porque las cosas están hechas para privilegiar al hombre como único protagonista de la historia y todas las grandes gestas de este grupo étnico, todo se circunscribe alrededor del hombre, y si por alguna razón se menciona a la mujer es simplemente para evocar su maternidad. No es extraño el modus operandi de proceder, ya que si algo caracteriza a esta cultura es la asimetría en cuanto a las relaciones entre hombres y mujeres, lo cual propicia inevitablemente la aparición de un trato desigual para la mujer.
Uno de los grandes logros que ha tenido la ideología feminista en Guinea Ecuatorial, es haber logrado que lo privado se convierta en público. La mujer Fang sale de lo privado a lo público porque anteriormente tenía acceso restringido a los lugares que se consideraba como público como el abaa, la casa de la palabra en el pueblo Fang, donde se debatía los temas más acuciantes de las aldeas. A día de hoy el feminismo ha permitido que esto cambie y las mujeres han recibido con determinación su compromiso hacia el camino de la igualdad, aun cuando haya una férrea resistencia patriarcal. Por tanto, no puede decirse que no haya
23
discriminación contra la mujer dentro de la cultura Fang. De hecho, hay autores que intentan manipular la realidad con afirmaciones como:
La mujer fán no es una mercancía que se compra y se vende, ni es obrera; es esposa y madre. Es el elemento imprescindible para el crecimiento y perpetuidad del clan. Ella se muestra capaz de asumir responsabilidades y contribuye activamente a la reputación de su marido y a la suya propia (Abuy, 1985, pág. 30).
A criterio personal, el planteamiento de Nzé Abuy presenta muchos indicios machistas. Cómo que la mujer es esposa y madre para contribuir a la reputación de su marido. Se asigna a la mujer Fang solo la función de madre. Su único cometido es traer muchos niños al mundo para la continuidad del clan. No existe otro propósito porque su paso por esta vida solo se verá reflejado en haber sido madre. Además, si fuese cierto que la mujer Fang no es una mercancía que se compra y se vende, ni es obrera, cómo se explica el hecho de que se afirme que:
Se consideró a la mujer como un bien, esto es, una especie de patrimonio de la tribu y de la familia. La hacienda de que disponían los polígamos no solo se nutría de bienes económicos, sino que a estos se añadían el número de hijos más la plantilla de esposas (Mve, 1981, pág. 36).
La cita anterior nos lleva argumentar que lo que es un bien se puede adquirir de distinta forma. Quizás anteriormente la mujer no haya sido un objeto de compra, aunque dudamos que sea así porque el matrimonio Fang actual pese a las pequeñas diferencias que presenta respecto al antiguo, no es sino la réplica de lo que hacían sus ancestros. Es decir, se casaban por medio de la dote. La cual consistía en un objeto simbólico que la familia del hombre entregaba a la de la mujer que quería casar.
Ciertamente, el hombre Fang le gusta tener una plantilla de esposas, como nos lo recuerda Constantino Ocháa Mvé en la cita expuesta ut supra. Es decir, quiere poseer varias esposas para que le den muchos hijos, no existe otro motivo salvo ese. Hay que comprar a una mujer para tener hijos. Por eso, “algunas mujeres en su juventud solían ser sometidas a ciertos tratamientos mágicos tendentes a sugestionarlas para que consideraran su sexo con fines esencialmente procreativos” (Mve, 1981, pág. 56). Se ha dicho comprar a la mujer porque la existencia de la dote es la antesala de la discriminación y subordinación que sufre la mujer. Por mucha apología que se quiere hacer de la dote como un elemento cultural y símbolo de unión en la cultura Fang, a criterio personal la dote otorga al hombre la facultad de decidir y tomar decisiones en la vida de la mujer porque parece un objeto que se compra. La existencia de la dote en el matrimonio Fang se explica de la siguiente manera:
La dote es especialmente importante entre los Fang, es la contraprestación económica que la familia del futuro marido debe pagar a la familia de la futura esposa, es tan relevante que sin dote no hay matrimonio. Su precio puede oscilar dependiendo de la edad de la mujer, de si tiene hijos o no (Mekuy, 2019, pág. 1).
A pesar de que la dote sea un símbolo de unión entre dos familias, más aun, entre tribus, también puede llegar a ser y se ha convertido ya en un instrumento de opresión y tormento en la vida de la mujer. La ideología feminista se encuentra en una encrucijada tremenda a la hora de aplicarse dentro de la cultura Fang. Las mujeres son conscientes que deben cambiar su estatus tradicional de sumisas a empoderadas. Ellas no pueden permanecer siempre en el anonimato al que se les ha impuesto. En la actualidad, parece ser que la mujer se
24
encuentra más empoderada que nunca, pero que debe enfrentarse al patriarcado, tiene que lidiar con su tradición y combatirla. Probablemente, la ideología feminista se presenta en la cultura Fang como una urgencia en la vida de la mujer ecuatoguineana actual. Por eso, muchas mujeres que se sienten formadas y bien educadas, suelen ser tildadas como feministas cuando intentan cuestionar o interrogarse sobre temas culturales muy presentes en esta cultura. Dentro del patriarcado, existe sin lugar a duda, una división sexual del trabajo, a ello, hay que añadirle los estereotipos culturales de toda índole que se asigna a la mujer. Ellas ya no están dispuestas a seguir viviendo con esa forma de tratarlas, por eso, muchas han encontrado su clamor en la ideología feminista que visibiliza las injusticias e incoherencias que existen dentro de la cultura a la que pertenecen. Precisamente, la mujer Fang de hoy es cada vez más proclive a ser feminista, aunque muchas de ellas no lo sepan ya que de manera inconsciente muchas mujeres cuestionan el orden establecido sin saber que están cambiando o luchando para que emerja una nueva perspectiva de establecer las relaciones humanas entre hombres y mujeres en la sociedad ecuatoguineana. Se trata de una nueva generación de mujeres que no están dispuestas a esperar sentadas y soportar cualquier forma de violencia o discriminación de parte del hombre. Los tiempos modernos exigen a tener que aprender a respetar a la mujer ecuatoguineana como persona y no como objeto. La revolución tiene que ser feminista en Guinea Ecuatorial para poder seguir avanzando en derechos porque el camino recorrido hasta ahora es incipiente, aunque hay que reconocer que se ha logrado mucho, todavía falta que se consolide porque se corre el riesgo de caer en la involución.
Por todo lo anterior, se observa que es la era de la lucha contra el sistema patriarcal en pro de reconquistar los derechos y libertades de las mujeres africanas en general, y en particular, de la mujer Fang. Es cierto que el patriarcado está resistiendo mucho, pero lo más importante está en señalar que sus días están viendo ya el ocaso porque las mujeres se apoyan entre ellas para reivindicar conjuntamente sus derechos y exigir una igualdad de oportunidades entre el hombre y la mujer. Evidentemente, estas ideas feministas se encuentran con un óbice profundo de parte de los hombres porque no quieren perder ese privilegio ancestral que habían “heredado”. Por eso, no es de extrañar que exista una conflictividad de la ideología feminista dentro de esta cultura.
Esta conflictividad de la ideología feminista se debe únicamente al rechazo que se hace de la misma para evitar que las mujeres también puedan decidir por ellas. Por tal motivo, no es de extrañar que en esta cultura todavía existan tradiciones que no hacen más que alimentar la idea de subordinación y, por ende, de discriminación. Vivimos en un mundo globalizado y en sociedades donde la democracia brilla por su ausencia y se oculta bajo un espejismo que hace que, aunque se exhiba la voluntad de ayudar o apoyar a la mujer, en la práctica, la cosa es bastante diferente porque en algunas culturas como la que estamos mencionando. Pese a todas estas circunstancias (discriminación por sexo, opresión, subordinación, etc.), hay que admitir que la ideología feminista ha sido la panacea de muchos logros de las mujeres africanas en general, y de la Fang en particular, tumbando así al viejo patriarcado y luchando para construir otro tipo de patriarcado, aquel que, aunque respete la cultura es proclive a las políticas de igualdad entre el hombre y la mujer. Se ha pasado de mujer sumisa a mujer valiente y luchadora por su dignidad.
Como punto de partida, en nuestra investigación se ha planteado la cuestión de la conflictividad de la ideología feminista en el pueblo Fang, para así aproximarse al estudio del patriarcado en Guinea Ecuatorial. Para abordar esta cuestión, nos hemos apoyado en grandes autoridades científicas que han permitido, en primer lugar, establecer las bases de
25
lo que entendemos por ideología feminista, para luego analizar la manifestación del sistema patriarcal dentro de uno de los grupos étnicos de Guinea Ecuatorial. Por eso, se ha presentado una tesis que ha sido demostrada a lo largo de esta investigación, pues se ha percatado que el hombre Fang quiere que la mujer siga siendo sumisa a él, algo que resulta ya difícil porque gracias a las ideas feministas, la mujer Fang se está soltando del yugo patriarcal. Tal como se ha podido observar, a la mujer se la valora únicamente por su condición de procrear. Al menos en esto se acentúa la importancia de la mujer dentro del sistema patriarcal Fang. Durante siglos, el patriarcado ha convencido a la mujer que su lugar está en la cocina para dar de comer a la prole, cuidar del hogar y de su marido.
En el continente africano, la ideología feminista que preconiza una nueva forma de pensar y de entender la vida se va ajustado a la realidad que viven las mujeres africanas dentro de su contexto, dando origen a lo que se conoce con el nombre de feminismo africano, el cual ha permitido a todas las mujeres africanas en general, y en particular a la mujer Fang, luchar por el respeto de su dignidad como persona humana. La mujer Fang de hoy ya no es partidaria de seguir soportando el peso cultural que le ha sido impuesto por el patriarcado infundado. De hecho, se está revelando contra la opresión exigiendo no tener que casarse sino quiere, no tener que servir solo para parir, no tener que soportar la poligamia, el levirato, y los distintos tipos de ritos a los que se la somete.
Por eso, no es extraño que en la sociedad ecuatoguineana de hoy se viva una autentica conflictividad entre la ideología feminista y el patriarcado. Los tiempos modernos exigen el abandono de prácticas culturales aberrantes que denigran la libertad de la mujer. Por tanto, el feminismo y el patriarcado son incompatibles, de hecho, se ha sostenido que existe conflictividad porque se observan dos posturas totalmente opuestas dentro de la cultura Fang, nos referimos a la ideología feminista y el patriarcado, las cuales no pueden coexistir actualmente juntas. Si bien es cierto que el patriarcado intenta rearmarse contra la ideología feminista, es evidente que la mujer Fang, ha decidido no dar ningún paso hacia atrás. Por consiguiente, es necesario que la mujer Fang siga apostando por el empoderamiento para evitar que ninguna mujer tenga que pasar por los malos tratos a los que se ha visto sometida durante años por el sistema patriarcal al que ahora se pretende eliminar de la sociedad ecuatoguineana. Todo lo que se ha conseguido a favor del empoderamiento de la mujer Fang es muy importante porque tiene el propósito de hacer emerger una nueva sociedad donde la mujer no tenga que ser discriminada por el hecho de ser mujer. Por tanto, conviene puntualizar que la amenaza de una regresión en derechos está constantemente acechando a las mujeres. La cultura Fang es muy conservadora para ceder fácilmente a las ideas progresistas, en las que la mujer no se considera como un objeto sino más bien como una persona humana merecedora de un trato digno por su condición de persona.
26
Abuy, R. M. (1985). Familia y matrimonio fán. Madrid: Anzós, S. A.
Bañon, S. R. (2003). Perspectiva de género en la filosofía. Feminismo/s, Nº 1. Universidad de Alicante, pp. 33-50.
Beauvoir, S. d. (2011). El segundo sexo. Madrid: Cátedra.
Boleká, J. B. (2003). Aproximación a la historia de Guinea Ecuatorial. Salamanca: Amarú . Castells, C. (1996). Perspectivas feministas en teoría política. Barcelona: Paidós.
Elósegui, M. (2011). Diez temas de género. Hombre y Mujeres ante los derechos productivos y reproductivos. Madrid: Ediciones Internacionales Universitarias.
Friedan, B. (1965). La mística de feminidad. Barcelona: Sagitario.
Landaluze, I. Z., & Espel, L. I. (2015). Los feminismos africanos. Las mujeres africanas en sus propios términos. Relaciones Internacionales. Nº 27.
Mekuy, G. (15 de Marzo de 2019). Tres almas para un corazón: estudios de un matrimonio polígamo en Guinea Ecuatorial. Obtenido de http:// www.guineaecutorialpress.com
Morán, M. P. ( 2018). Contra el patriarcado. Economía feminista para una sociedad justa y sostenible. Pamplona: Katakrak Liburuak.
Mve, C. O. (1981). Tradiciones del pueblo Fang. Madrid: RIALP.
Ovono, C. N. (2018). Las formas del matrimonio bantú en Guinea Ecuatorial . Madrid : Dykinson, S.L.
Ritzer, G. (1993). Teoría sociológica contemporánea. Madrid: 3ª Ed McGraw-Hill.
Suárez, C. (2008). Historia del mundo feminista. Oviedo: Instituto asturiano de administración pública "Adolfo Posada".
Varela, N. (2019). Feminismo para principiantes. Barcelona: Debolsillo.
Tomás de Aquino. (1953-1960). Suma Teológica. Introducción y Traducción por F. Barbado et al. Madrid: BAC.
27
PEDRO BAYEME BITUGA NCHAMA obtuvo en 2017 su título de Graduado en Humanidades, en el perfil de cooperación internacional y Desarrollo por la Facultad de Humanidades y Ciencias Religiosas de la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial. En 2019 Cursó el Máster Universitario en estudios Humanísticos y Sociales de la Universitat Abat Oliba-CEU de Barcelona. El suscribiente está en la fase de elaboración del Trabajo Fin de Máster titulado las causas de la poligamia en la etnia Fang: estudio del patriarcado en Guinea Ecuatorial, el cual se presentará en la convocatoria de junio de 2020.
Actualmente es profesor titular de la Facultad de Humanidades y Ciencias Religiosas de la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial, donde imparte las asignaturas de Sexualidad, Género y Poder, y de Metodología de investigación científica. Sus principales temas de investigación incluyen las cuestiones feministas y culturales de su contexto. Es autor de algunos artículos publicados en revistas de gran calibre científico como Academia.Edu. Ha dirigido varios Trabajos Fin de Grado relacionados con sus líneas de investigación.