Educación escolar para el desarrollo social y económico en Guinea Ecuatorial
School education for social and economic development in Equatorial Guinea
Ciriaco Esono Nguema-Nkié
Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial, Bata, Guinea Ecuatorial
https://orcid.org/0000-0002-0038-4003
(Recibido: 30/11/2021; Aceptado: 15/12/2021; Versión final recibida: 15/06/2022)
Cita del artículo: Nguema-Nkié, C. E. (2022). Educación escolar para el desarrollo social y económico en Guinea Ecuatorial. Revista Cátedra, 5(2), 138-156.
Resumen
La educación ayuda al hombre al acercamiento de su cultura, a la comprensión de sí mismo, es decir, de lo que es; ser consciente de lo que tiene y de lo que puede; le hace capaz de poder comprender, dominar y transformar su entorno sociocultural para vivir mejor, por lo que una educación escolar adecuada a las necesidades sociales de un país, puede contribuir al desarrollo social y económico del mismo. El objetivo de esta investigación fue un estudio sobre la adaptación de la educación escolar en Guinea Ecuatorial, contribuir a la formulación de una nueva realidad educativa, adaptada a las necesidades económicas y sociales, que favorezca el desarrollo social y económico del país, relacionar la escuela con la cultura local y con el entorno social de los ecuatoguineanos. Metodológicamente, el estudio estuvo enmarcado bajo un enfoque cualitativo, no experimental, descriptivo; se usó la entrevista como método de recolección de información, apoyado en un diseño documental. Entre los resultados más relevantes se obtuvo como reclamo general, la necesidad urgente de la introducción de los valores y elementos socioculturales ecuatoguineanos en la educación escolar. Y como conclusión más significativa, se puede afirmar que no hay desarrollo social ni económico si la educación escolar no se adapta a la realidad sociocultural de las personas, si no le ofrece las herramientas adecuadas para poder hacer frente a los distintos desafíos de su entorno vital.
Palabras clave
Cultura, educación, escuela -hombre, desarrollo socioeconómico, sociedad.
Abstract
Education helps man to approach his culture, to understand himself, that is to say, what he is; to be aware of what he has and what he can; it makes him capable of understanding, dominating and transforming his socio-cultural environment to live better, so that a school education adapted to the social needs of a country can contribute to the social and economic development of the country. The objective of this research was a study on the adaptation of school education in Equatorial Guinea, to contribute to the formulation of a new educational reality, adapted to the economic and social needs, which favors the social and economic development of the country, to relate the school to the local culture and to the social environment of the Equatoguineans. Methodologically, the study was framed under a qualitative, non-experimental, descriptive approach; the interview was used as a method of data collection, supported by a documentary design. Among the most relevant results, it was obtained as a general claim, the urgent need for the introduction of Equatoguinean values and socio-cultural elements in school education. And as the most significant conclusion, it can be affirmed that there is no social or economic development if school education is not adapted to the socio-cultural reality of the people, if it does not offer them the adequate tools to be able to face the different challenges of their vital environment.
Keywords
Culture, education, school - man, socio-economic development, society.
La educación escolar es un elemento clave para el desarrollo de una sociedad cuando tiene en cuenta la realidad y el entorno sociocultural del país. Es decir, debe adaptarse a las necesidades del hombre en su entorno, y permitirle ser el principal actor y promotor del cambio social. Relacionar la escuela con la cultura local; muchos elementos y factores de la enseñanza y aprendizaje deben ser analizados para este anhelo; en este sentido, Burbano et al. (2021) dicen: “el proceso de enseñanza y aprendizaje está matizado por diversos factores que participan en el desarrollo de las actividades y la consecución de los fines propios de la educación” (pág. 1).
La educación escolar para el desarrollo social y económico en Guinea Ecuatorial es una propuesta educativa escolar cuyo deseo es adaptar la educación escolar a la realidad social, cultural y económica del país; es decir, la escuela, en sus prácticas pedagógicas y enseñanzas, ha de tener unos planteamientos que promuevan y favorezcan el contacto directo con el entorno sociocultural. No debe ser una realidad extranjera implantada que pasa muy lejos de los verdaderos problemas de la sociedad.
El tema se plantea en el contexto del subdesarrollo social y económico que afecta Guinea Ecuatorial; se constata que, a pesar del gran potencial económico del país, no se ha registrado del todo el bienestar deseado a nivel social o económico. Pero los estudios realizados, hasta ahora, en el país, sobre el tema del subdesarrollo social y económico que afecta la sociedad se han centrado, fundamentalmente en una perspectiva descriptiva y cuantitativa, en este sentido habla Esono (2004), diciendo: “el problema del subdesarrollo de Guinea se ha mirado hasta ahora en una perspectiva descriptiva y cuantitativa: analizar el producto nacional bruto (PNB), establecer relaciones entre las importaciones y las exportaciones para determinar el balance comercial” (pág. 9).
El tema de la educación escolar para el desarrollo social y económico es importante, porque se justifica en el marco de la promoción del hombre como verdadero eje de todo desarrollo. El problema del desarrollo social y económico se investiga aquí desde el campo educativo escolar; en este mismo orden de ideas dice Esono (2004) lo siguiente: “la educación escolar es la clave del desarrollo social y económico, ya que permite al hombre ser consciente de su estado, sus responsabilidades, sus derechos y sus obligaciones” (pág. 9); los recursos naturales son importantes, pero no suficientes para el desarrollo socioeconómico. El problema actual de la enseñanza escolar en Guinea Ecuatorial es: la escuela no tiene en consideración los valores y la realidad sociocultural del hombre ecuatoguineano, y eso ha creado una especie de dicotomía entre lo que se da en la escuela y lo que se vive realmente en la sociedad. En cambio, la educación escolar tiene como obligación, “ayudar a la persona al acercamiento de su cultura y a la comprensión de sí misma, es decir, ser consciente de lo que tiene y de lo que puede” (Esono, 2019, pág. 1); para así mejorar su vida individual y social.
La hipótesis que se baraja aquí es la necesidad de introducir los valores socioculturales y los aspectos pedagógicos tradicionales aptos para la mejora de la educación escolar. Se nota que la educación escolar no cuenta con la realidad sociocultural de Guinea Ecuatorial. En cambio, dice Lobrot (2016) que la educación “juega un papel capital en el conocimiento de la cultura e historia del hombre; es un motor transformador de los elementos socioculturales” (pág. 18).
La educación debe dar acceso al hombre a su realidad sociocultural haciéndole capaz de descubrirse a sí mismo y descubrir su entorno y lo que contiene. Ya que educar, es “contribuir a sacar lo mejor de una persona, movilizar sus recursos, potencialidades, reconocer y valorar lo positivo de su ser, de sus aportes y preguntas. Se trata de hacer énfasis en los recursos positivos antes que los déficits” (Crespo-Balderrama y Tapia-Figueroa, 2021, pág. 40); es decir, se le acompaña a la persona para que sea un ser sensible a las cuestiones de su entorno sociocultural; sea honrada, honesta, responsable, humana, y que, intelectualmente, aporte con su participación proactiva, creativa y crítica al cambio social.
Por lo anteriormente expuesto, el objetivo de esta investigación fue un estudio sobre la adaptación de la educación escolar en Guinea Ecuatorial, contribuir a la formulación de una nueva realidad educativa, adaptada a las necesidades económicas y sociales, que favorezca el desarrollo social y económico del país, relacionar la escuela con la cultura local y con el entorno social de los ecuatoguineanos. En este sentido, la introducción de ciertas prácticas educativas tradicionales en la educación escolar se presenta hoy en día como una necesidad.
Por cuestiones de orden y de rigor científico, el artículo está estructurado como sigue: una introducción, el estado de la cuestión, la defensa de la tesis, el cuadro metodológico, la conclusión y la bibliografía.
Una inquietud y una preocupación motivan este trabajo. La educación, por su definición, ayuda a la persona al acercamiento de su cultura, a la comprensión de sí misma; es decir, de lo que es; ser consciente de lo que tiene, de lo que puede; le hace capaz de poder comprender, dominar y transformar su entorno sociocultural, para luego encontrarse con la verdad, la felicidad, el bienestar individual y colectivo. La educación es uno de los sectores de la vida humana que se merecen una atención especial para el desarrollo del hombre y la sociedad.
En este orden de ideas, Granados y Granados (2010) dicen: “la educación hace salir a la persona a la vida, se trata de un nuevo nacimiento, no ya simplemente a la vida, sino a la vida personal, asumiendo lo que significa conducirse hacia su plenitud” (pág. 22). Es decir, la educación impone dos dimensiones en la vida del hombre: una es dinámica y la otra es relacional. Dinámica, porque el hombre es llamado a algo más grande, a crear algo nuevo en su vida; relacional, porque la persona es llamada a relacionarse con los demás y con su entorno. En este contexto, educar a alguien “no es educar un imitador, sino un creador; no es informar acerca de unos contenidos, ni sobre unos valores, sino conformar el sujeto a partir de una verdad” (Granados y Granados, 2010, págs. 22-23).
Dicho de otra manera: “la importancia de la educación para fundamentar el futuro de las personas y de nuestra sociedad, merece todos los esfuerzos” (Tébar, 2003, pág. XIII). La educación para desarrollo social y económico supone una actividad en constante búsqueda de soluciones educativas; en este mismo sentido, dice Tebar: “La búsqueda de respuestas didácticas es un desafío constante de renovación y de creatividad, si queremos encontrar respuestas educativas, en las que deben formarse los niños y jóvenes” (Tebar, 2003, pág.1). Se habla justamente de los niños y jóvenes a los que la educación debe implicar en la tarea del desarrollo social y económico de la sociedad desde la escuela, de tal modo que todos los valores socioculturales, la realidad económica y el entorno social no resulten extranjeros o separados de la actividad escolar. La pedagogía, la didáctica, los métodos de aprendizaje deben ayudar al educando a conocer y a dominar su realidad social.
Pero éste no es el caso de Guinea Ecuatorial; el hecho es claro; la educación que se ofrece hoy día en la escuela guineoecuatoriana, la heredada del sistema educativo colonial, no cumple esa función; y lo más llamativo es que sigue siendo el instrumento más importante, considerado adecuado para formar, educar y humanizar al guineoecuatoriano. En este mismo orden de ideas dice Durkheim, citado por Aretio (1989), que “la educación tiene por misión desarrollar en el educando los estados físicos, intelectuales y mentales que exigen de él la sociedad política y el medio social al que está destinado” (pág. 15). Todo desarrollo social, cultural, económico, se fundamenta en el hombre consciente, responsable y capaz de reconocer lo que tiene, lo que puede y lo que debe. Por eso:
Proclamamos que, para nosotros, cuando hablamos de desarrollo, nuestros pensamientos y nuestros esfuerzos van dirigidos hacia la persona humana que queremos transformar de manera que se haga responsable y actor de la construcción de su bienestar personal, individual y comunitario (Rafenoarisoa, 1979, pág. 3).
Sin embargo, nos damos cuenta de que la educación que se da al hombre o mujer de nuestra sociedad no ha sido hasta ahora eficaz para determinar el desarrollo socioeconómico requerido, ni ha favorecido del todo el bienestar ético-moral. El entorno sociocultural y todo lo que contiene no está siendo ofrecido desde la escuela como debería ser. El hombre o mujer de Guinea Ecuatorial sigue siendo incapaz de activar los mecanismos que conduzcan el país a un desarrollo social armonioso.
La escuela no está conectada con la realidad sociocultural; en cambio, la escuela, es “todo lo que es apto para educar, formar, instruir; ejemplo: escuela de vida…” (Foulquié, 1991, pág. 147). Se encuentra en esta definición que el objetivo de la escuela es la adquisición de la vida; la obligación de la escuela es hacer que el hombre o la mujer sea capaz de realizar su vocación de hombre; que el hombre llegue a descubrir su naturaleza, para decirlo en palabras del filósofo Aristóteles en algunas de sus reflexiones sobre la educación, desarrollarse en todas sus dimensiones (moral, intelectual, espiritual y material).
La misión de la escuela es afirmar, identificar y defender la originalidad de cada sociedad, cada cultura y cada individuo. Y se puede afirmar en esta lógica que la escuela “es a la vez el producto de una sociedad y uno de los factores de la evolución social, y no sería nada agradable que, por pretextos de modernización y de internacionalización, se desarraigara, que perdiera su savia vital” (Mialaret, 1990, págs. 29-30). La escuela es “el lugar de la promoción humana y factor importante para el desarrollo individual y colectivo” (Rafenosrisoa, 1979, págs. 3-4); según Topieu, citado por (Esono, 2004), la escuela “es un factor de promoción social” (pág. 15) y “favorece los aprendizajes y la inserción de los individuos en la vida activa y desarrolla la adquisición de la autonomía en los individuos” (Tedga, 1994, pág. 19).
La escuela tiene una función de socialización de los individuos. En este sentido aborda Cortés, citado por (Esono, 2004) cuando dice: “la socialización es una de las funciones fundamentales de la escuela. Y si la adecuada socialización no se produce, se puede hablar con toda justicia de un fracaso, parcial, al menos, de la escuela…” (pág. 15). Eso nos hace ver que la escuela es un motor de cambio, es “el lugar donde se transmite los valores socioculturales a jóvenes generaciones y permite su transformación para una integración social adecuada” (Esono, 2019, pág. 9). Pero muchas de estas funciones atribuidas a la escuela de manera oficial y de carácter obligatorio se registran con mucha deficiencia en la escuela guineoecuatoriana. Se podría, incluso, subrayar aquí el hecho de que algunos valores socioculturales tradicionales van perdiendo cada vez más su importancia, desaparecen: la fraternidad, la hospitalidad, la solidaridad “sana”, la prioridad a la persona ante lo material, el espíritu comunitario… Los principios morales como la responsabilidad, la dignidad, el honor, el respeto a las personas y a las leyes sociales tienden a desaparecer y, son, cada vez más, dejados en detrimento de un comportamiento extraño que desnaturaliza y despersonaliza a nuestra juventud.
En el campo cultural no se ha tenido mucho éxito en nuestra sociedad, ya que “el indígena, por su condición racial, es un ser falto de conciencia y de lucidez intelectual para interpretar el origen de los hechos…” (Edjó, 2019, pág. 3), es decir, un ser nulo en un entorno nulo. España, país colonizador de Guinea Ecuatorial, no valoró las culturas autóctonas, la colonización menospreció las costumbres tradicionales vitales. Las lenguas tradicionales, a pesar de su importancia en el ambiente y en la comunicación, no cuentan en el sistema educativo, no son enseñadas en la escuela. El entorno ecológico y todo lo que lo compone son ignorados por la educación escolar. Todo esto muestra hasta dónde llega la formación del hombre guineoecuatoriano en su sociedad, un hombre artificialmente hecho de una estructura ajena a él, un hombre que, difícilmente, aprecia, ama, valora, transforma lo que tiene a su alcance, lo que es suyo. Esta realidad nos hace pensar y reflexionar sobre qué tipo de educación se tendría que aplicar hoy en la escuela guineoecuatoriana; una educación que dé al hombre la facilidad de “saber hacer”, “saber ser” y “saber vivir” en la sociedad.
En este sentido, y para efectos de esta investigación científica, se concentra la atención en una sociedad o una cultura de las tantas que componen Guinea Ecuatorial, se trata de la sociedad Fang[1]; en ella hemos realizado un estudio sobre las dos realidades educativas que han sido, hasta ahora, experimentadas en Guinea Ecuatorial: el sistema educativo escolar moderno, heredado de la colonización, por un lado, y las prácticas educativas tradicionales Fang de Guinea Ecuatorial, por otro, con la intención de sacar a la luz los aspectos positivos y válidos de las dos realidades educativas que podrían ayudar a la formulación de una nueva realidad educativa como propuesta.
No se pretende idealizar la educación tradicional Fang como tal, es cierto que tiene sus aspectos negativos; pero lo que también es cierto, que su pedagogía nos atrae por ser más bien “práctica”, es importante imitarla en el campo educativo actual; se cree que la educación no debería ser fundamentalmente teórica, sino más bien práctica: “la educación no es básicamente una teoría, sino más bien práctica. Como todo hecho práctico, la educación es tan arte como ciencia. Es saber y saber hacer” (Lena 1981, pág. 79).
En la misma línea, la educación es el medio que debería reunir los elementos o instrumentos teóricos y prácticos que ayuden al hombre a caminar y avanzar en el descubrimiento de su entorno sociocultural inmediato y universal, y de esta manera se puede confirmar que la educación es:
Un proceso mediante el cual se inculcan los aspectos culturales, morales y conductuales necesarios para ofrecer las respuestas adecuadas a las situaciones vitales con las que se encuentra el individuo, de forma que se asegura la supervivencia individual, grupal y colectiva (Mariti Castro, 2003, pág. 147).
En este orden de ideas, la educación se presenta también como “una acción que tendrá como propósito presentar sistemáticamente una realidad” (Renés y Martínez, 2016, pág. 227), es decir, es una transmisión de la realidad social y del conocimiento cultural y científico del entorno a la juventud. La educación, como enseñanza, “supera incluso la aplicación meramente técnica en el aula de un conjunto de estrategias diseñadas por otros” (Fortoul, 2008, pág. 79), incluye la intención, las actitudes y las características propias de la personalidad del docente, del dicente y del entorno real, “no se puede hablar con singularidad de enseñanza si el hecho de enseñar no conlleva intencionalidad y percepción reflexiva” (Chiang, 2013, pág. 63); la intencionalidad del que enseña, desde un contexto sociocultural, debe crear una percepción reflexiva de quien aprende, creando así un debate cultural, social, científico en el aula.
La pedagogía de la educación tradicional Fang es tomada aquí como modelo por su aspecto práctico que permite al individuo vivir lo que se aprende. Es una pedagogía que nos permite tomar en serio y llevar a cabo la aplicación real de los valores vitales de nuestra cultura, los valores humanos universales. Entendiendo aquí por cultura todo aquello que somos y tenemos a nuestro alcance, lo que nos permite salir de nosotros mismos para ir hacia los demás, lo que nos identifica y caracteriza, lo que podemos incorporar en nuestros hábitos si nos ayuda a crecer como humanos, lo que puede ir transformándose según la necesidad del hombre.
La pedagogía de la educación tradicional Fang podría reavivar las buenas costumbres de la cultura en nuestra juventud, insistiendo en la vivencia de ciertos valores y actitudes que transmiten vida a los demás: la solidaridad, la acogida, la fraternidad, el respeto, el sentido de la responsabilidad, etc.; de esta manera conseguiremos formar un hombre o mujer responsable, honesto, buscador de la verdad, feliz y portador de felicidad a su entorno. La felicidad en este contexto es la vida, el desarrollo social y económico, las buenas relaciones entre las personas.
La tesis que se defiende aquí es la siguiente: la educación escolar debe tener en cuenta la realidad sociocultural de Guinea Ecuatorial para que haya desarrollo cultural, económico y social; es decir, ciertos valores socioculturales y ciertos elementos pedagógicos tradicionales, han de ser introducidos en la educación escolar propuesta. Se registra el subdesarrollo socioeconómico y cultural en la sociedad guineoecuatoriana porque la educación escolar no juega del todo su papel. La misión y el objetivo de la educación escolar son enseñar a la persona a: “saber”, “conocer”, “hacer”, “ser”, “vivir con los demás; y poner al individuo siempre en contacto directo con su entorno sociocultural.
Las alternativas culturales son pertinentes actualmente en nuestra escuela porque ofrecen posibilidades de dinamización de nuestro sistema educativo; la introducción de los elementos culturales de Guinea Ecuatorial en el sistema educativo moderno es tarea urgente. Valorar, utilizar, usar, considerar muchos elementos culturales de la sociedad Fang en la escuela, ayudaría nuestra enseñanza escolar a tener una filosofía y una política nuevas.
Algunos aspectos pedagógicos de las prácticas educativas tradicionales Fang: métodos, programas, agentes educativos…, son necesarios, hoy, en el sistema educativo moderno para permitir la inserción social de los egresados, ya que la educación tradicional no valora sólo el aspecto intelectual (inteligencia abstracta), sino considera también todas las habilidades y capacidades que tiene el individuo para poder situarse y valerse por sí mismo en la sociedad.
El desarrollo sociocultural o económico, al margen del conocimiento del entorno sociocultural y el dominio de los recursos del subsuelo de un país, requiere el hombre formado intelectual y moralmente; no basta tener un conocimiento científico, hacen falta otras facetas, otros componentes que permitan al hombre conducir su vida intelectual, científica, profesional, hacia el bien, hacia la felicidad personal y comunitaria. Por eso, la importancia de fundamentar todo en los valores humanos, para que toda actuación del hombre intelectual, su vida administrativa en la sociedad, sus relaciones sociales y todo lo que haga gire en torno al bien.
El hombre intelectual, científico, inteligente, sin sentimientos humanos, sin vivir los valores, se vuelve un peligro para la sociedad; se vuelve manipulador, estafador, opresor, demagogo, “súper potente”, egoísta, ambicioso, y eclipsa a todo el colectivo a percibir la luz de la verdad, fomenta la ignorancia en la sociedad para perpetuar y eternizar su dominio, porque sus sentimientos y sus deseos se encuentran más cerca de cualquier animal salvaje y muy lejos de la humanidad.
Todo esto se desprende de las hipótesis barajadas en este trabajo. Son dos hipótesis que orientan nuestro pensamiento y permiten alcanzar mejor el objetivo deseado. La primera hipótesis se formula desde una realidad observada, es el “saber-hacer” no es valorado hoy en nuestra sociedad porque la educación escolar da más importancia al aspecto “inteligencia abstracta”, no hay contacto directo entre la escuela y el entorno sociocultural; la segunda hipótesis se deduce desde otra observación, el deterioro de las buenas costumbres y hábitos, la corrupción en la vida administrativa que afecta a la sociedad guineoecuatoriana, se explica por el mero hecho de que la educación escolar no tiene muy en cuenta la dimensión moral del hombre guineoecuatoriano.
El sistema educativo ecuatoguineano debe dejar ya de producir “homo-infantilis” (Edjó, 2019, pág. 1); es decir, personas que dependen siempre de los demás, no aprenden ni les enseñan para que sean capaces de dominar, conocer realmente lo que tienen ni lo que son, se quedan hechos unos eternos niños, no llegan a la edad adulta en sus reflexiones, pensamientos y hechos. Son personas que, por intereses ocultos o políticas ocultas, el sistema educativo no les permite ser ellas mismas, no saben valerse por sí mismas.
El sistema educativo ecuatoguineano ha de situar hoy a los guineoecuatorianos en su contexto social y cultural, teniendo siempre en cuenta sus dimensiones y características psicosociales, antropológicas y religiosas; dicho de otro modo, “el sistema educativo es como un conjunto organizado de servicios y acciones educativas en función de las características psicosociales del sujeto /educando” (Edjó, 2019, pág.2). La educación escolar, en Guinea Ecuatorial, ha de contar con la realidad sociocultural de los guineoecuatorianos; la dimensión antropológica y psicológica del educando han de ser una preocupación de la escuela para situar al hombre en su contexto.
En este orden de ideas encontramos una reflexión sobre la educación, la investigación y la cultura en África, que trata la misma realidad del sistema escolar en África:
El sistema educativo africano ha costado muy caro para alcanzar una formación de base incierta, insegura. Sus resultados negativos, no han hecho nada más que producir unos resultados poco duraderos; la escuela ha sido una copia del modelo de escuela extranjera. La fascinación que ejercían los sistemas educativos del norte (Occidente) sobre las élites africanas fijó el contenido de los programas, impuso una pedagogía y marginó todos los elementos culturales. En este sentido, la influencia colonial ha hecho que África dé la espalda a unos principios de desarrollo que tenía ya emprendidos. La escuela postcolonial siguió el mismo proceso que la colonial, fue un relevo de la primera (Pisani, 1988, pág. 184).
4.1 Delimitación de campo de estudio
El campo de estudio de esta investigación se delimitó en el Ciclo Primario; partiendo de los pasos históricos, pasando por el área geográfica, sacando a la luz las dimensiones antropológica y psicológica del sujeto – educando; así pues, estudiar el problema de la inadaptación de la educación escolar en la sociedad guineoecuatoriana.
Éste es el campo de estudio que se considera importante estudiar y analizar la dimensión histórica de la educación escolar en Guinea Ecuatorial. El análisis de la problemática educativa tiene en cuenta el período colonial y postcolonial en el modelo educativo que se llevó a cabo en el país en esos períodos; necesitamos saber los objetivos que el colonizador y las nuevas autoridades de nuestra sociedad se fijaron o se propusieron para el hombre y la mujer de Guinea Ecuatorial.
Sería difícil comprender, en un contexto de investigación sobre la realidad educativa escolar en Guinea Ecuatorial, los programas y los contenidos actuales de nuestro sistema educativo separando el período de enseñanza colonial del período de enseñanza postcolonial, los dos están muy relacionados.
El estudio se centra en un país, Guinea Ecuatorial. Un país compuesto por seis etnias diferentes. Nuestro estudio retuvo la etnia Fang, su cultura y su práctica educativa, por ser la mayoritaria en el país; de hecho, las demás etnias tienen muchos rasgos semejantes a ella.
Las prácticas educativas de la etnia Fang nos estimulan a revisar los múltiples elementos (valores) culturales que pueden contribuir positivamente a la elaboración de una nueva realidad educativa adaptada a los objetivos o a las necesidades de un desarrollo socioeconómico endógeno.
La etnia Fang ocupa una superficie de 25.983,46km2 de la Región Continental del país, y se extiende en toda la parte insular de Guinea Ecuatorial. Se encuentra en un territorio limitado al norte con Camerún, al sur con Gabon, al este con Gabon y al oeste con el Océano Atlántico.
El tema educativo afecta al ser humano y todo su entorno. En este sentido hemos orientado, en la sociedad Fang de Guinea Ecuatorial, el estudio hacia la persona como ser, un ser envuelto de un entorno, lleno de historia, lleno de luces y sombras, con ganas de vivir.
El objetivo aquí fue descubrir cuáles fueron los valores socioculturales que hicieron que el hombre Fang tradicional fuera un ser “digno, honorable, respetado, responsable”; creemos que estos valores que sirvieron en el pasado en nuestra sociedad pueden perfectamente introducirse actualmente en la enseñanza escolar, pueden contribuir a la mejora de la educación moderna. En esta misma línea encontramos que:
El balance y la evolución de la educación tradicional son un aspecto más en la búsqueda pedagógica que se puede realizar. La antropología cultural puede aclarar, explicar los distintos problemas que ha ido causando hoy nuestro sistema educativo, y puede incluso aportar elementos de solución a dichos problemas. Pero su contribución necesitaría la ayuda de la confrontación de otras ciencias humanas como la demografía, la sociología, la psicología y la economía (Erny, 1987, pág. 13)
Por eso tenemos que acudir a la psico-sociología, ya que la educación es un fenómeno social pluridimensional.
La necesidad de hacer un estudio en el campo psicosociológico de nuestro sujeto es considerada muy importante, ya que la educación es un fenómeno social, hecho que afecta directamente a los individuos.
Si en el campo antropológico se descubre aspectos importantes de nuestras culturas tradicionales, necesarios para una buena marcha de la educación escolar, que merecen ser integrados en el sistema educativo, el campo psicosociológico permite saber los grupos de individuos, personas, que afecta el desarrollo de la educación, incluidos los alumnos. El campo psicosociológico permite captar asimismo el impacto que el encuentro cultural (cultura occidental + cultura tradicional guineoecuatoriana “Fang”) sobre el joven en la enseñanza escolar. Se detecta que el alumno, en el sistema educativo escolar, se enfrenta a un problema de aculturación, está metido en una lucha constante de dos culturas donde la escuela se opone, muchas veces, a ciertos principios culturales o viceversa, no hay consenso o acuerdo entre la escuela y la cultura ambiente, no hay diálogo ni intercambios de impresiones; en fin, toda esta situación deja al alumno en una situación confusa, en una inmadurez intelectual…, la persona acaba sin asumir nada ni comprometerse en nada.
Este fenómeno de aculturación, vivido por el alumno, entre su familia o su entorno cultural y la escuela, crea en él otro problema: la no aceptación de su realidad, de su identidad personal y cultural, que genera más tarde un complejo de inferioridad que le quita toda su personalidad y le deja inadaptado totalmente en la sociedad, se queda como un pájaro desplumado en pleno desierto sin posibilidad de movimientos para poder volar.
En este mismo sentido aborda Marc Richelle, citado por Zinzindohoue, (1989), en uno de los libros que escribió durante un estudio que hizo en 1960 sobre el fenómeno de aculturación en África Negra; y en ese estudio, se encuentra que:
Por un lado, los dos medios educativos que se imponen al niño africano están disociados, separados; la educación moderna no llega a ponerse de acuerdo con algunos principios culturales; por otro lado, hay una discontinuidad o falta de empalme en la educación escolar: lo que se aprende en la escuela no se confirma fácilmente en la vida real, no tiene aplicación en la vida real del niño o del alumno, no lo puede verificar en su entorno familiar…, se limita pues a nivel teórico, abstracción pura; la infancia no prepara la entrada a la escuela, ni la escuela tiene relación con la realidad sociocultural, no prepara para la vida adulta, lo que da lugar sistemáticamente a una fase de desadaptación, en vez de haber una continuidad, hay ruptura, dislocación; la educación resulta heterogénea y dualista (pág. 22).
Hay, pues, una interacción entre el individuo y la sociedad desde el punto de vista educativo. Lo que obliga a encontrar alternativas y medios que ayuden a consensuar las aspiraciones individuales y el conocimiento de la ciencia moderna para alcanzar los objetivos de un desarrollo endógeno.
5. Métodos de análisis
Esta investigación es de carácter cualitativo, no experimental, sino descriptiva. Se usó la entrevista como método de recolección de la información, apoyado en un diseño documental el cual usa fuentes no vivas, sino documentos para obtener la información, con un muestreo probabilístico intencional basado en fuentes documentales primarias que constan de artículos científicos, libros, fuentes oficiales, informes técnicos, entre otros.
El método histórico - descriptivo nos permitió describir los detalles del problema educativo en Guinea Ecuatorial, tras haber interrogado, por un análisis documental, el pasado para ver, en primer lugar, cuál fue la evolución del sistema educativo colonial en nuestra sociedad; en segundo lugar, cuál fue la responsabilidad de la colonización en el problema de la inadaptación educativa hoy, en Guinea Ecuatorial. Sin descartar la responsabilidad de las autoridades guineanas en el campo educativo después del paso del país a la independencia.
El método comparativo nos ayudó a estudiar, por un lado, la educación tradicional “Fang” en sus planteamientos generales en la sociedad tradicional; por otro, la educación escolar, sus planteamientos generales, en el país.
Las entrevistas que han sido dirigidas a los docentes, padres de alumnos y a los alumnos, tuvieron como objetivo conocer la filosofía y la política de la realidad educativa tradicional “Fang” y las finalidades del sistema educativo escolar. La población entrevistada es la siguiente: 8 profesores con una experiencia profesional de 30 o 40 años y con una edad cronológica de 60 y 65 años (gente que conoce las dos realidades educativas practicadas en Guinea Ecuatorial, la tradicional y la moderna; 8 padres de alumnos, con la intención de saber dos cosas; la primera fue saber qué motivaciones les animan a enviar a sus hijos a la escuela, la segunda consiste en conocer el punto de vista de cada uno de ellos sobre el comportamiento de los alumnos que acabaron los estudios del ciclo primario en la escuela; son 8 padres representantes de las ocho provincias de Guinea Ecuatorial; por último, la entrevista con 20 alumnos cuya edad oscila entre 13 y 18 años, con el fin de saber qué piensan ellos sobre el desarrollo social y sobre sus aspiraciones cara al futuro y sobre la educación escolar. Las entrevistas fueron realizadas en los Centros de Enseñanza primaria; entrevistas de tipo: grupales, individuales e informales.
Los instrumentos utilizados en la metodología de la investigación revelan, tras varias reflexiones, lecturas, encuestas y diálogos con el personal docente y no docente, los siguientes resultados sobre el tema de educación y desarrollo social. La cuestión aquí es saber qué aspectos de la educación escolar causan problemas al desarrollo social de Guinea Ecuatorial, y qué aspectos de las prácticas educativas tradicionales Fang pueden contribuir hoy en la elaboración de una realidad educativa actual que favorezca el desarrollo social y económico del país.
Educación tradicional Fang. Su filosofía y su política favorecían la integración social de los individuos. Es una educación que llevaba un carácter colectivo, se implicaba toda la comunidad, conducía las generaciones de jóvenes a un mismo destino, al éxito; todos los educandos se sentían solidarios y tenían toda la obligación de cumplir con sus deberes sociales. Es una educación que dejaba a los educandos prestos a afrontar cualquier actividad de la vida práctica. Conectaba siempre la teoría a la práctica, un aprendizaje para la vida. Esta versión de los maestros y profesores sobre la educación tradicional fang contrastada en Esono (2019), cuando dice que “la finalidad de la educación tradicional era la transmisión del saber, el saber-ser, el saber-hacer y el saber-vivir al niño, para hacer frente a la vida y poder ocuparse de su familia y de la sociedad” (págs. 14-15).
Educación escolar moderna. Su filosofía y su política han sido desde la época colonial un medio para preparar a los subalternos, los colaboradores administrativos en la época colonial. La misión de la escuela era eliminar las costumbres y modos de vivir del autóctono, aniquilar las culturas tradicionales, promover la aculturación[2], adaptarse a la cultura española: el idioma, manera de hacer y de vivir en un contexto sociocultural que no corresponde a las necesidades vitales del individuo. Abre a las otras culturas, favorece la libertad individual. En este mismo orden de ideas dice Edjó (2019): “la estructura, los grados de enseñanza y los contenidos de la escuela colonial se dirigen a un niño que no llega a ser adulto” (pág. 3), ya que el sistema educativo no se lo permite.
La escuela. Todos coinciden en que envían a sus hijos a la escuela para que vivan el día de mañana como los españoles, franceses, ingleses…; que sean pilotos de aviones, médicos, ingenieros, economistas…, etc. Pero resulta que al final de los estudios muchos de sus hijos no encuentran trabajo en la sociedad, no pueden irse a España ni a Francia, no pueden ni saben hacer un trabajo de campo, no conocen los nombres de los elementos culturales de su sociedad, mueren de hambre porque no saben encontrar el sustento, en fin, son unos “inútiles” después de tantos años en la escuela. Por eso, muchos padres piensan que es necesario que la escuela enseñe a los niños lo que se encuentra a su alcance, que le abra los ojos al entorno sociocultural guineoecuatoriano, que los elementos culturales de Guinea Ecuatorial sean introducidos en la escuela.
La nueva realidad educativa. Los padres no están de acuerdo que la escuela siga funcionando tal como está ahora; no responde a las prioridades, necesidades e inquietudes personales y sociales. En este sentido, piensan y desean que la escuela sepa conjugar y combinar los aspectos positivos de la educación tradicional Fang y el sistema educativo escolar moderno; insisten en que la nueva realidad educativa deseada tenga muy en cuenta la valoración de los elementos culturales, por ejemplo, la introducción de las lenguas maternas en la escuela, la educación moral y religiosa, y que valore asimismo la realidad socio-económica del país. La misma visión presenta Edjó (2019), hablando de la integración Escuela-Comunidad:
Es propósito fundamental del Currículum tomar en cuenta la selección, planificación y organización estratégicas, así como las actividades que se orienten a fomentar la integración Escuela-Comunidad; la cual, conlleva la idea de que el proceso educativo debe responder a las necesidades de los sujetos dentro de la sociedad a la que pertenecen. (pág. 45).
Percepción de la educación escolar y el desarrollo social y económico. Muchos afirman que van a la escuela para vivir como los europeos; todos desean ocupar los altos cargos de la administración del Estado (ministros, gobernadores, presidente de la república, jefes del ejército…); ninguno habla de la agricultura, ganadería ni artesanía. Consideran los trabajos del campo como un castigo, algo anticuado y de gente inepta. Ningún alumno desea trabajar la agricultura, artesanía, pesca o ganadería; quieren todos ser ejecutivos administrativos; son los deseos y esperanzas que les brinda la escuela; y eso mismo es lo que subraya Esono (2004) cuando menciona que “las finalidades de la educación moderna son: la aculturación, la formación de cuadros administrativos…” (pág.41).
Percepción de la educación tradicional Fang y el desarrollo socio-económico. Los alumnos opinan que las tareas realizadas por sus padres y abuelos gracias a la educación tradicional requieren mucho esfuerzo y sacrificio; afirman que los ministros, gobernadores, secretarios técnicos y otros funcionarios del Estado no sufren tanto para ganar el dinero y vivir bien; y quisieran todos marcharse a Europa después de sus estudios porque se encuentran mejor ahí que en sus tierras guineoecuatorianas. Y toda esta percepción de la educación tradicional fang y el desarrollo social y económico se contrasta en Esono (2019) cuando habla de los objetivos de la educación escolar, su saber-hacer, creatividad y el fomento del trabajo manual, diciendo que “el espíritu de creatividad no está desarrollado; el trabajo manual es considerado como un castigo, no es considerado a la vista de la sociedad. La escuela favorece la memorización y el mimetismo” (págs. 65-66).
Se retiene aquí, después de todos los datos recogidos, a partir de las opiniones de los maestros y profesores, padres de alumnos y alumnos, que el hombre guineoecuatoriano no pudo llevar adelante su modelo de desarrollo socioeconómico que, tradicionalmente, había emprendido por la sencilla razón del encuentro brutal entre la educación tradicional y la educación moderna escolar; un encuentro que tuvo más puntos divergentes que convergentes para la formación de la persona guineoecuatoriana digna, honorable, responsable y apta para promover el desarrollo y el bienestar de su sociedad.
Los Puntos de Convergencia. Las reflexiones hechas y los resultados obtenidos de las encuestas revelan que la filosofía y la política de la educación moderna escolar tienen algunos puntos y aspectos positivos que podrían enriquecer perfectamente el modelo o las prácticas educativas tradicionales de Guinea Ecuatorial; es decir, son puntos que convergen en el fondo con las grandes líneas de la filosofía y la política educativa Fang. Se reconoce que la escuela inculca la cortesía y la higiene; valora el trabajo bien hecho; abre al mundo exterior; favorece la libertad individual; inicia a la investigación científica; rompe la vida mitológica… En cambio, se reconoce también que hay aspectos y puntos divergentes existentes entre la educación tradicional y la educación moderna escolar que acusan la discontinuidad del desarrollo socioeconómico en Guinea Ecuatorial. Estos puntos son los siguientes: hay una ruptura clara, en muchos aspectos, entre la educación escolar y la educación tradicional a nivel de objetivos, finalidades, organización pedagógica, métodos pedagógicos y agentes educativos:
A nivel de objetivos: la educación tradicional transmitía al educando “el saber, saber –hacer, saber-vivir, saber-ser y saber –estar” atendiendo a su entorno sociocultural. En cambio, la educación escolar transmite fundamentalmente la herencia cultural occidental, europea, rechaza los valores socioculturales del entorno.
A nivel de finalidades: la educación tradicional pretendía hacer del niño el adulto del mañana, integrado en la sociedad según sus cualidades o habilidades, no estará nunca en el paro, siempre encontrará una ocupación en la vida social, porque la educación recibida era un medio adecuado y necesario que la sociedad le ofrecía para su integración social; en el mismo orden de ideas dice Comoe-krou (1982):
La educación es el conjunto de medios que la sociedad ofrece a los niños y jóvenes para su realización humana y espiritual, para su integración social; se trata de transmitir al niño los conocimientos, las prácticas y los valores adecuados que lo ayudan a asegurar su participación activa y eficaz en la vida social (pág. 31).
En cambio, la educación escolar pretende ser del niño un europeo viviendo en África, fuera de su contexto sociocultural, desprovisto de posibilidades y medios para arrancar el desarrollo social y económico a partir de lo aprendido en la escuela.
En la organización pedagógica. La educación tradicional no tenía un lugar determinado para educar, es la vida en su globalidad, en todas sus dimensiones. Pero la educación escolar tiene sus sitios sagrados para el desarrollo de la educación, el establecimiento escolar es el sitio dedicado.
En los métodos pedagógicos. La educación tradicional está muy ligada a la naturaleza, el entorno sociocultural, es la vida práctica la que está en juego, la educación y la instrucción van unidas. En la educación moderna escolar valoran más el aspecto teórico, la enseñanza se limita a los intercambios verbales, la dimensión educativa parece, a veces, estar ausente, se contenta con instruir a los niños sin preocuparse tanto por sus caracteres, ni sensibilizar sus conciencias al cuidado del bien común. Es una pedagogía “de una cultura del éxito individual y personal” (Freire citado en Sikounmo, 1992, pág.12)
En los agentes educativos. La educación tradicional, al ser de carácter colectivo[3], los responsables de la educación de los educandos procuraban llevar un comportamiento ejemplar, ser coherentes y modelos en su actuar y obrar cotidiano; es gratuita, los agentes educativos no cobran, se satisfacen por el éxito de los jóvenes. Pero la educación escolar moderna requiere gente especializada en materia de educación: maestros, profesores, muchos de ellos con una conciencia moral pervertida por las injusticias sociales y ambiciones económicas, actos corruptivos y falta de ética laboral; cuesta mucho dinero, los más pobres no tienen acceso.
Todos estos resultados analizados de forma resumida, permiten hacer una interpretación de datos para formular una nueva realidad educativa en Guinea Ecuatorial para el desarrollo social y económico. En efecto, los maestros, profesores y padres de alumnos piensan y desean que la nueva alternativa educativa debe contar con la cultura local, con los elementos tecnológicos y científicos de la cultura Fang, es decir, ha de haber la introducción de elementos socioculturales en el sistema educativo actual: programas, métodos, instrumentos pedagógicos, agentes educativos...
La nueva realidad educativa tendrá como punto de referencia el amor y la verdad que brotan de los valores éticos y humanos; con los cuales muchos intelectuales, científicos y estudiosos han trabajado para el desarrollo y la salvación de la humanidad. El amor, la caridad y la verdad se presentan aquí como pilares o componentes fundamentales en toda actuación educativa que se oriente hacia un desarrollo socioeconómico, ya que el hombre intelectual, científico o profesional desprovisto de estos valores y virtudes no puede hacer nada que satisfaga a una sociedad en búsqueda del bienestar. En este sentido, se demuestra que:
La verdad, en la educación, es apostar por defender la capacidad del hombre por llegar al descubrimiento de su realidad, de su entorno sociocultural; permite el rigor, la disciplina en las ciencias para llegar al conocimiento de la realidad personal y social del hombre. No ha habido sabios sin trabajo y esfuerzo. Dar el valor necesario a la realidad social y cultural nos permite situar las ciencias y el conocimiento en el marco justo de armonía con el resto de ciencias, saberes y experiencias. El amor es una fuerza extraordinaria, que mueve a las personas comprometerse con valentía y generosidad en el campo de la justicia y de la paz. La educación ha de proponer ámbitos de pertenencia y de vida. La persona necesita ser educada y formada desde la experiencia vital, desde su contexto de vida, no desde la asepsia fría y lejana (Agejas, 2013, pág. 195).
El sentido y orientación de la nueva realidad educativa, tras el estudio hecho, persigue tres objetivos fundamentales: primero, va en busca de una solución a la primera hipótesis del trabajo que acusa serias carencias en la educación moderna escolar, la falta de insistencia en el “saber-hacer” sociocultural, y que a su vez engendra la vagancia, paro, éxodo rural masivo; segundo, promueve la introducción de las lenguas locales, por ejemplo, el Fang, en los programas de la enseñanza primaria, ya que el desarrollo de una persona, de una sociedad, depende mucho del nivel de comprensión del lenguaje, porque “si el desarrollo socioeconómico depende del saber y el saber-hacer, es probable que las lenguas constituyan un elemento clave en todo, juegan un papel importante, porque todo saber y todo saber-hacer pasan por el lenguaje; del más viejo utensilio como el hacha hasta el instrumento más modernizado como el ordenador, todos son manejados gracias a la lengua” (Donneux, 1990, pág. 46); tercero, el último aspecto que da sentido a la nueva realidad educativa, para que promueva el desarrollo social y económico en Guinea Ecuatorial, es la toma en consideración de la dimensión moral, ética de los alumnos en la escuela.
De este modo, el “saber”, “saber-hacer”, “saber-vivir”, “saber-estar” girarán en torno al bien y a la verdad como modelo y referencia, ya que por más intelectual, científico y profesional que sea el hombre, si su conducta y su obrar no se fundamentan en los valores éticos, se convierte en un animal feroz cualquiera para machacar y eliminar a los demás. Los valores éticos son necesarios en la nueva realidad educativa, porque ayudan a buscar el bien individual y colectivo, orientan hacia el desarrollo personal y comunitario. En este sentido, educar es “construir una ética relacional diferente y una dignidad profunda, abrirse totalmente, en un diálogo transformador, a la “verdad” del otro, de su realidad…; la ética está presente en el accionar de las personas, en la conducta y en sus relaciones con los demás y consigo mismo” (Crespo-Balderrama y Tapia –Figueroa, 2021, pág. 41).
¿Qué tipo de educación hay que dar al hombre y a la mujer de Guinea Ecuatorial hoy para el desarrollo social y económico?
A esta pregunta se ha intentado a lo largo del trabajo dar una respuesta. La educación realizada hoy en la sociedad guineoecuatoriana, no puede promover un cambio social positivo deseado, hay varias razones que justifican esta afirmación tal como se ha venido demostrando a lo largo del trabajo. Por eso, el recurso a la educación tradicional Fang es necesario y urgente para contribuir a la adaptación de una nueva realidad educativa en la sociedad guineoecuatoriana.
Se ha intentado poner en evidencia la filosofía y la política de cada uno de los modelos educativos (el escolar y el tradicional) con el fin de sacar a flote los elementos válidos para una educación adecuada y adaptada. En este sentido, las lenguas maternas, por ejemplo, la Fang, podrían perfectamente aparecer en el sistema educativo escolar como medio de transmisión de conocimientos.
En el análisis de los dos modelos educativos, se ha constatado, en primer lugar, que la educación escolar parece limitarse a una enseñanza abstracta, teórica, ignora categóricamente el entorno sociocultural de la persona con todos sus valores; mientras que por otro lado, en la educación tradicional Fang, no había separación entre la educación e instrucción, es decir, la teoría va unida a la práctica, no hay separación entre una cosa y otra: los dos aspectos de la formación humana están constante e íntimamente relacionados.
A partir de esta concepción tradicional Fang de la educación, se ha querido saber en qué medida puede, una nueva realidad educativa, inspirarse de la educación tradicional Fang, para restablecer e integrar a los guineoecuatorianos, que reciben su formación en la escuela, en su verdadera personalidad; ya que la educación escolar debería ser el medio adecuado que ofrezca la sociedad a los niños y jóvenes para su realización humana y intelectual y espiritual, para que se integren en la sociedad y ser los autores y actores del desarrollo social y económico.
El deseo de desarrollo social requerido hoy en Guinea Ecuatorial no se realizaría ni sería verdadero si la educación limitase a formar intelectual y científicamente al hombre, es también fundamental formar su dimensión ética, moral y humana; lo característico de la nueva realidad educativa es la dimensión ética, los valores humanos donde el amor, la verdad, la justicia y el saber - hacer guíen la conducta y la actuación en la vida familiar, en la administración y en las relaciones internacionales; el respeto al bien común y a los demás ciudadanos ha de ser el denominador común que la educación inculque en los educandos; la vida intelectual o científica debe fundamentarse en el contexto sociocultural del hombre y abrirse al contexto universal, porque creemos que el mejor desarrollo social y económico de una sociedad debe partir desde dentro de la misma sociedad. Es necesario la formación de los alumnos con una pedagogía, unos métodos didácticos, agentes educativos y usar todos los instrumentos y medios adecuados que permitan la adaptación de la educación escolar en Guinea Ecuatorial para el desarrollo social y económico.
Agradecimientos
Expreso profundamente mi gratitud a la Revista Cátedra, y de manera especial a Verónica Simbaña-Gallardo, por permitir y facilitar, a pesar de muchas dificultades, la publicación de este artículo. Extiendo también mi agradecimiento a la comunidad educativa de Guinea Ecuatorial, profesores, maestros, alumnos y padres de alumnos, por la información que nos han ofrecido para la elaboración de este trabajo.
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Autor
CIRIACO ESONO NGUEMA-NKIÉ, obtuvo el título de diplomado universitario en Ciencias Pedagógicas y Religiosas en la Universidad Católica de África del Oeste, en la Facultad de Ciencias Pedagógicas y Religiosas (CELAF), Abidjan, Costa de Marfil en (1996); obtuvo el título de Licenciado en Ciencias Pedagógicas y Religiosas en la Universidad de África del Oeste, Abidjan, Coste de Marfil en (1997); obtuvo el título de Licenciado en Teología, en la especialidad Catequética, en la Universidad Pontificia de Salamanca, España, en (2005); es poseedor de los Diplomas DELF, DALF y MAÎTRISE de la lengua francesa, obtenidos en Alliance Française de Madrid, España, en (2004); obtuvo el título de Máster Universitario en Estudios Humanísticos y Sociales, de la Universidad Abad Oliba CEU, Barcelona, España, en (2019). Posee varios diplomas en Educación Física y Deportes; Orientación Pedagógica, Didáctica y Metodológica.
Ejerce actualmente como profesor de Filosofía en la Facultad de Humanidades y Ciencias Religiosas, en la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial (UNGE); en Centros de la Enseñanza Media: Carlos Lwanga y el Colegio Bisila en la ciudad de Bata. Se ha desempeñado en cargos directivos en Centros privados como La Salle, Nuestra Señora de Bisila, todos en la ciudad de Bata, Guinea Ecuatorial. Es director de la Residencia Universitaria de la Universidad Afroamericana de África Central (AAUCA), en la ciudad de La Paz (Djibloho), Guinea Ecuatorial.
[1] Sociedad, cultura, etnia, lengua de Guinea Ecuatorial, ocupa el 82,9% de la población.
[2] Es la adaptación, forzada o libre, a una nueva cultura, a nuevas creencias, a nuevos comportamientos. Es un proceso por el cual un grupo de personas o una persona, en contacto directo y continuo con otro grupo de personas, acaba de buena o mala manera entrando en la cultura extranjera.
[3] Hay que decir que el niño, en la sociedad tradicional Fang, pertenece a todos los miembros del pueblo, del clan, de la tribu. En este sentido, todos los miembros de la sociedad están obligados a educarlo, no es sólo tarea de la familia biológica.