Textos y contextos Nº 20
Mayo 2020 - Octubre 2020 • 149
Periodismo digital y paz: ensayo sobre La Silla Vacía, Colombia
Evocación a los espacios íntimos en los que hombres y mujeres
afrontan la vida cotidiana; una mirada sutil y sin complejos a la prepa-
ración para representarse y socializar ante el mundo, ese gran escena-
rio... Formas de incendiar el día propone el ensayo –por tanto, nunca
algo terminado ni definitivo– de las relaciones de pareja, las relaciones
familiares, y la intimidad como una visión apocalíptica de estos tiem-
pos y los futuros.
Los dieciséis cuentos que componen la ópera prima de Juan
Carlos Cabezas Aguilar hacen de la dramaturgia un ritual. En escenarios
más bien escuetos, el autor genera sentidos acerca de una realidad
compartida, forzosamente efímera. No caben en estas páginas ni los
símbolos sociales ni una presumida fuerza de la moral, de modo que el
lector sale de ellas descreído de la humanidad, con desconfianza y re-
celo de saber que ha hurgado en la intimidad de otros seres que po-
drían estar habitando su mismo espacio, apropiándose de ese lugar o bien urdiendo una venganza sin
justificaciones.
El carácter coercitivo de los rituales de la sociedad queda interpelado en este libro que explora el lí-
mite antes de ser el límite. En él hay elementos como la muerte, que no constituye una tragedia sino ape-
nas un elemento que parece adornar la modorra de la cotidianidad. Vemos, pues, varios cuadros de
infidelidad que renuevan a los personajes; al último hombre sobre la ciudad, que no sufre porque su pa-
reja ha decidido dejarse llevar por la visión apocalíptica en la que el cambio climático es el verdadero amo;
a un niño que se estrena con irónica ternura en el oficio de asesino...
Algo hay de misterioso atado a la tierra, a la vida y a la muerte que late en estos cuentos: alas gigan-
tes, peces que desaparecen como constatación de la ausencia del ser amado, volver a la casa de los padres
solo para constatar la propia ruina… En fin, escenarios donde las relaciones sociales no son más que repre-
sentaciones sometidas a las reglas ceremoniales que cada personaje pone en la escena con apego a valores
no convencionales. La institucionalidad no alcanza a explicar la coherencia entre los comportamientos de
los personajes y el sistema de sus normas y valores; por eso, el lector debe abordar estos cuentos sin pre-
venciones, sin el miasma de la moral ni de las buenas costumbres, porque ellas habrán sido derrotadas.
Los personajes conocen la realidad que los circunda mediante explicaciones que extraen de sus pro-
pios procesos de exploración, lo que parece ser una búsqueda constante que atraviesa la obra. La res-
puesta, sin embargo, nunca llega, o llega fragmentada por una salida no convencional que, unas veces,
consterna y otras provoca rencor. Si alguien intentara poblar las dudas de los personajes con una respuesta,
DOI: https://doi.org/10.29166/tyc.v1i20.2165
Formas de incendiar el día
Quito: La Caída • 94 páginas
Juan Carlos Cabezas Aguilar • 2019