tas, reporteros o corresponsales, de
acuerdo a sus funciones específicas). Los
redactores de mayor confianza del editor
tenían a cargo escribir el editorial oficial
del impreso (“Cuerpo principal de redac-
tores de ‘El Comercio’ y ‘Últimas Noti-
cias’”. 1 de enero de 1941. El Comercio, p.
3; “Personal de la Empresa ‘El Comer-
cio’”. 1 de enero de 1941. El Comercio, p.
6; Salvador Lara, 2009, p. 15).
A inicios de 1941, Europa estaba en
armas por y en contra de los totalitaris-
mos, pero el conflicto aún no había lle-
gado a los territorios de América. De
acuerdo con Eric Hobsbawm, la invasión
de Rusia y la declaración de guerra a los
Estados Unidos (hechos sucedidos entre
mediados y fines de 1941) determinaron
el resultado de la II Guerra Mundial, pero
las potencias del Eje solo perdieron ini-
ciativa militar hacia 1943 (Hobsbawm,
1997, p. 49). Es decir, que en 1941 el
mundo aún no veía la posibilidad del fin
de una guerra que –de acuerdo al tono de
las publicaciones de El Comercio– se sen-
tía como una amenaza a la propia vida,
aunque estuviera sucediendo al otro lado
del Atlántico.
La situación del país no era mejor
que la del resto del mundo. Desde los años
veinte, el Ecuador registraba una pro-
funda crisis en todos los órdenes sociales.
Entre otras cosas, las exportaciones, que
habían llegado a 20 millones de dólares
constantes en 1920, no volvieron a regis-
trar ese nivel hasta 1943; la inflación du-
plicó el precio de las subsistencias, sobre
todo en la década de 1940; y los conflictos
sociales urbanos y rurales se expresaron
en manifestaciones de muchedumbres in-
terclasistas que dieron como resultado la
formación de los primeros sindicatos
obreros (Maiguashca & North, 1991, pp.
95-98; Bustos, 2011, pp. 175-176).
De acuerdo con Silvia Vega Ugalde,
a inicios de los cuarenta las relaciones de
producción del país todavía eran semica-
pitalistas, pues la mayor cantidad de la
fuerza de trabajo no se retribuía con sala-
rios. En el ámbito político, el país era go-
bernado por los liberales, aunque con la
colaboración de conservadores como
Julio Tobar Donoso, que ocupó el minis-
terio de Relaciones Exteriores en dos go-
biernos, incluido el de Carlos Alberto
Arroyo del Río que estaba en el poder al
suceder la invasión peruana (Vega
Ugalde, 2014, pp. 45, 54).
L
as condiciones sociales descritas
empeoraron con la invasión del territo-
rio y el enfrentamiento bélico con el
Perú, que inició en los primeros días del
año, pero tomó un giro distinto al pro-
ducirse el ataque de Japón a los Estados
Unidos, el 7 de diciembre de 1941, que
determinó la entrada directa de ese país
en la II Guerra Mundial y el alinea-
miento del continente a favor de los Alia-
dos, temas que marcaron la agenda
editorial de diario El Comercio, como lo
muestra el Cuadro 1.
Como se puede notar, los límites
con el Perú y la II Guerra Mundial suma-
ron el 54.51% de la producción editorial
del año, es decir que el diario consideraba
como el mayor problema social del Ecua-
dor la amenaza de la vida por parte de
enemigos externos. En cuanto a la política
interna, El Comercio se ocupó sobre todo
de las facultades extraordinarias otorga-
das al presidente de la República luego de
un acto cívico que terminó de forma vio-
lenta; la solicitud del impreso era entre-
gar el tema al Ministerio de Gobierno y
trabajar en materias trascendentes: “lo
internacional, lo hacendatario, las cues-
tiones agrícolas, las industriales, las obras
públicas y los problemas sociales y educa-
Textos y contextos Nº 21
Noviembre 2020 - Abril 2021 • 65
La representación de la Guerra de 1941 en diario El Comercio