En pocas palabras, nadie en el
mundo sabe lo que hay en el Archivo Ge-
neral de Indias. Y, si algún día llegamos
a conocer lo que ese archivo tiene, será
dentro de trescientos años. Sí, tal como lo
están leyendo, dentro de trescientos años
se acabarán las tareas de digitalización
16
.
El abandono es ostensible, es casi total.
No hay interés real por parte de nadie:
público en general, gobiernos, institucio-
nes públicas o privadas
17
. Eso sí, mucha
gente, muchas mujeres y hombres públi-
cos cumplen con las reverencias que se
deben a tan magnífico archivo. Pero nadie
hace nada.
Pues bien, retomando nuestro
enunciado sobre el proceso de explica-
ción científica como equivalente a la crea-
ción de horizontes teóricos explicativos
sobre panoramas históricos reales, tene-
mos aquí el gran problema por resolver:
jamás se podrán crear esas explicaciones
científicas si las ciencias no cuentan con
los datos brutos, es decir con los datos
que se hallan justamente en esos millo-
nes de documentos almacenados en el
Archivo General de Indias. Hay que acu-
dir a este archivo, digitalizar todos esos
documentos, pasarlos a procesadores de
palabras con la ayuda de la paleografía,
Textos y contextos Nº 21
Noviembre 2020 - Abril 2021 • 47
El archivo y la condición humana: apuntes críticos …
16 El pequeño puñado de especialistas que han llegado a conocer unos pocos textos y con cuya buena voluntad y constancia se ha logrado
publicar los trabajos paleográficos es eso: un número insignificante de personas que han llegado a conocer, acaso estudiar, un número
limitadísimo de documentos, de un total de 80 millones que allí reposan. Nadie sabe lo que hay en el Archivo General de Indias y, si
algún día llegamos a saberlo, será dentro de 300 años o más. Veámoslo. Manuel Ravina Martín, Director del Archivo General de las In-
dias hasta enero de 2020, en la Apertura del Curso 2019-2020 de la Asociación Jerezana Amigos del Archivo se expresó de este modo:
“…El Archivo General de Indias empezó la digitalización de los 100 millones de páginas en el año 1987, cuando se acercaba el quinto
centenario del Descubrimiento de América. Y se empezó con una cifra que, a Manolo que es archivero y a los archiveros que hay aquí
les va a resultar sorprendente: el Archivo tenía 3.000 millones de pesetas, 3.000 millones de pesetas [Nota de Carlos Levoyer Rodríguez:
es decir, 20 millones 300 mil dólares]. Había 30 personas digitalizando, con 3.000 millones de pesetas, digitalizando y organizando la
información, ordenando los legajos para antes de micro filmar. Bien, como hacemos en España: se hace un esfuerzo gigantesco que
después, poco a poco, fue decayendo. ¿Saben cuántas personas están ahora mismo digitalizando en el Archivo General de Indias? Dos,
dos. De los 100 millones de páginas, el Archivo tiene 14 millones de páginas digitalizadas. Nunca se ha parado, nunca, se sigue, pero
calculamos que tardaremos trescientos años en completar. Trescientos años. Claro ¿qué ocurrió a mucha gente? Como le pasa a mucha
gente que tiene que describir, hacer fichas: que, cuando ve la inmensidad, dice: ‘…no hay forma, aquí no hay por dónde empezar.’ Y ese
es el error. Verdaderamente, la labor política archivística y el trabajo archivístico es un trabajo de goteo. Esto es una cosa que mucha
gente, muchos compañeros no lo entienden y se aburren porque claro, estar haciendo fichas, fichas y fichas, ordenando legajos, orde-
nando legajos, les puede parecer monótono. Pero es un trabajo que no se puede parar. Entonces, que no se puede parar, pero que claro,
hay que tener los medios económicos”. (Asociación Jerezana Amigos del Archivo, 2019, [Video: minuto 29:07]). Queda muy en claro
lo que he escrito: nadie en el mundo sabe lo que hay en el Archivo General de Indias. El Archivo General de Indias vive abandonado.
Además, aquí, necesariamente hay que comentar el tema de los 300 años y los tiempos necesarios para la transcripción paleográfica.
Vamos con lo de los 300 años: en la transcripción de esta parte de la conferencia de Ravina se han respetado las repeticiones de palabras
o frases. Era importante respetarlas porque reflejan el énfasis del conferenciante y evidencian su conciencia de que se trata de cifras
muy altas y de situaciones inverosímiles, pero verdaderas. Cuando ha hablado de cifras se las ha transcrito aquí en números, para
hacer fácil el acceso a nuestro lector. Pero el momento más crítico, aquel en que habla de que calculan que terminarán la tarea de digi-
talización dentro de 300 años se ha transcrito en palabras, y no en números, para que el lector no tenga dudas de que, en efecto, el Di-
rector del Archivo General de Indias dijo que ¡acabarán la tarea de digitalización dentro de 300 años!
Y ¿el proceso paleográfico que es más complejo que una simple digitalización? ¿Cuántos siglos más? ¿Esperaremos tantos siglos más?
No, pues los latinoamericanos deberemos hacerlo, porque se trata de nuestra propia historia, de lo que nos sucedió. En cuanto al tema
de los tiempos necesarios para la transcripción paleográfica, si el lector calcula los años, los días laborables, dividido para los 86 millones
de páginas por digitalizar, hallará que el Director del Archivo General de Indias está diciendo que actualmente se está digitalizando a
razón de una imagen cada minuto (exactamente: 1,14). Es una medida aceptable, lo sé porque yo mismo trabajé en una empresa de ar-
chivos, justamente digitalizando textos de siglos pasados. En todo caso, compare el lector el trabajo necesario para una digitalización
con el trabajo necesario para una transcripción paleográfica. Primero, actualmente se sabe que para escribir una página (de texto no
paleográfico) en Word toma 11 minutos (40 palabras por minuto; 420 palabras en una página a 12 puntos, a doble espacio) a un escritor
adulto en un computador, con buen ritmo de tecleo (Arif, Ahmed Sabbir, 2009). Pero una página de un texto paleográfico, sin contar
notas de pie de página, desarrollo de abreviaturas, ni la elaboración del respectivo y necesario Informe final paleográfico, etcétera, lle-
vará más, mucho más. Todo esto conduce a una discusión más allá, acaso más profunda, a la que acudiremos con una próxima entrega,
bajo la forma de un nuevo artículo.
17 Se salvan de esta categoría de indolentes los archiveros solos, los acompañan investigadores y paleógrafos. Los que no se salvan: unos
por alienados, los otros por alienantes, todos éstos revueltos en una sola masa informe, bailando al mismo compás de horizontes vitales
enanos.