Meneses Benítez, Marilyn |
Revista Ciencias Sociales p-ISSN 0252-8681 | e-ISSN 2960-8163 | año 2024 | núm. 46 |
Pérez, Leda M. (ed.) (2018). La economía del cuidado, mujeres y desarrollo: perspectivas desde el mundo y América Latina. Fondo Editorial. Universidad del Pacífico
Recibido: 25/09/ 2024 Aprobado: 20/12/2024
Marilyn Meneses Benítez
Universidad Central del Ecuador
https://orcid.org/0000-0002-1364-859X
DOI: https://doi.org/10.29166/csociales.v1i46.7264
La economía del cuidado, mujeres y desarrollo: perspectivas desde el mundo y América Latina, editado por Leda Pérez, recopila el pensamiento y hallazgos de varias investigadoras formadas en disciplinas de las ciencias sociales —sociología, economía, ciencias políticas, historia y filosofía— cuyas líneas de investigación incluyen las políticas sociales, teoría feminista y economía del cuidado. Esta obra presenta un marco conceptual sobre la economía del cuidado, el trabajo reproductivo y el papel de las políticas sociales en el modelo de desarrollo. Además, analiza el origen estructural del panorama actual y la relación con la dominación patriarcal. El libro se divide en tres partes: un recorrido histórico, un debate sobre políticas sociales y, finalmente, recomendaciones y soluciones. Las reflexiones que presenta giran en torno al problema de la separación entre el trabajo de reproducción social con el de reproducción económica, y sus implicaciones sociales y económicas dentro del sistema capitalista. Por último, el texto aporta reflexiones y recomendaciones para los desafíos regionales en cuanto a políticas sociales sobre el trabajo de cuidados.
La primera parte, denominada “¿Cómo terminamos en la cocina?” expone los argumentos de Silvia Federici en su obra Caliban y la Bruja. Posteriormente, Elizabeth Kuznesof presenta la historia del servicio doméstico en Hispanoamérica, con el hogar patriarcal como base del control social. Por último, Nancy Fraser profundiza en las contradicciones entre el capital y los cuidados.
El problema de la relación entre trabajo, población y acumulación de riqueza desde la colonia ha propiciado la aplicación de estrategias propias de lo que M. Foucault llamó el “biopoder”. Las leyes y políticas de control demográfico se han enfocado en el control del cuerpo femenino, penalizando la anticoncepción, el aborto y la sexualidad sin fines reproductivos, desplazando a las mujeres a la esfera doméstica y la maternidad. En ello han incidido las transformaciones demográficas, la privatización de la propiedad, las relaciones económico-burguesas y el aspecto religioso. En los siglos XVI y XVII (auge de la caza de brujas) la exaltación cristiana de la castidad demonizó las prácticas de control de natalidad. Luego, la Reforma Protestante cambió esta visión por la valorización de la capacidad reproductiva de las mujeres.
A partir del siglo XIX la mujer pasa de ser considerada “salvaje” a un ser pasivo y maternal. Esta asociación de lo femenino a la maternidad, resalta en el rol de las mujeres dentro del pensamiento marxista como “productoras de productores”, lo cual no contempla la posibilidad de resistirse a la reproducción (maternidad) y que esto sea parte de una lucha de clases por la alienación de sus cuerpos.
En el siglo XX crece significativamente el empleo femenino en América Latina debido a factores como la migración, educación y leyes. Sin embargo, las mujeres continúan estando sobrerrepresentadas en el trabajo doméstico de manera precarizada, principalmente mujeres de clase baja y racializadas, e infrarrepresentadas en trabajos considerados económicamente productivos. Aunque las luchas sociales han producido cambios en los límites de la separación entre reproducción social y económica, se mantienen las nociones tradicionales que feminizan los trabajos socioreproductivos en la esfera doméstica, además de la subordinación racial y de clase.
Fraser sostiene que esta falsa dicotomía entre lo productivo y lo no productivo provoca que el capitalismo tienda a la crisis al desestabilizar los procesos de reproducción social, pues en realidad son indispensables para la acumulación de capital. Desde una perspectiva histórica, el texto presenta tres regímenes de reproducción social: capitalismo competitivo liberal (siglo XIX), el capitalismo gestionado por el Estado (siglo XX), y el capitalismo financiarizado (siglo XXI). Cada régimen promueve condiciones de reproducción social que repercuten en la producción capitalista, el primero se caracteriza por la separación público-privada, el segundo por el Estado de bienestar, y luego surge una forma de neoliberalismo que adopta elementos progresistas —como la celebración de la diversidad— pero que desmantela protecciones sociales.
La segunda parte del libro: “Cuidado (y tiempo) como bien común” presenta conceptos emergentes para estudiar el trabajo de cuidado, así como la situación del trabajo doméstico y los cuidados en América Latina, a través de los trabajos de Paula England, Shahra Razavi, Silke Staab, Karina Batthyány Dighiero, Arlette Beltrán y Pablo Lavad. England desarrolla cinco marcos conceptuales: la desvalorización del trabajo femenino, el “prisionero del amor”, el bien público, la mercantilización de la emoción y la relación entre “amor y dinero”. Otro concepto esencial en este análisis es la pobreza de tiempo, diferenciada de la pobreza monetaria, pues Beltrán y Lavado destacan que considerar sólo el ingreso o consumo y no el uso del tiempo en los indicadores de pobreza supone que todos tienen tiempo para atender las necesidades de producción doméstica. Estos conceptos problematizan la percepción social de las tareas de cuidado como trabajo motivado por el afecto, siendo invisibilizado y precarizado.
En América Latina, la transformación del Estado hacia un rol protector ha permitido entender al cuidado como un derecho. Empero, los trabajos de cuidado no remunerados aún son feminizados e invisibilizados en el PIB. Por otra parte, factores como la migración o el régimen laboral provocan que estos sean delegados fuera del ámbito doméstico y la organización social del cuidado se vuelva un problema social urgente. En los análisis feministas se presentan dos modelos para abordar este problema: el familista (la responsabilidad del bienestar enfocada a familias y mujeres) y el desfamiliarizador (se deriva a instituciones públicas y al mercado). Un tercer escenario es el desarrollo de políticas de corresponsabilidad entre familia, Estado, mercado y sociedad civil.
Además, surgen dos perspectivas sobre la calidad de los cuidados: la mercantilización del cuidado que reemplaza la motivación altruista por una económica, invisibilizando el cuidado como obligación y la perspectiva neoclásica, según la cual todo comportamiento social es una transacción, pero tiene la falencia de que ignora las fallas del mercado.
La última parte del libro, “No sobre nuestras espaldas: algunas soluciones”, aborda las repercusiones de las crisis financieras y económicas en la reproducción social, y las tensiones entre trabajo y familia. En las últimas décadas se ha reorientado el Estado a la inversión social mediante diversos tipos de políticas sociales. Shahra Razavi divide las políticas de cuidados en aquellas relacionadas al tiempo, a los recursos financieros y a servicios, mientras que Merike Blofield y Juliana Martínez las dividen en secuenciales, desfamiliarización y regulatorias. Sin embargo, se mantienen impedimentos estructurales para que los cuidados entren en la agenda y se reconfiguren las relaciones entre familia, Estado y mercado hacia una corresponsabilidad.
Este texto analiza la relación paradójica entre cuidado y capitalismo que da lugar a numerosos retos para construir un sistema regional de cuidados y sociedades igualitarias. La precarización del trabajo reproductivo no sólo tiene un costo económico sino también social que suele ser invisibilizado. Esto da cuenta de la necesidad de políticas sociales desde una perspectiva de género, así como profundizar en la recopilación de datos e investigaciones para garantizar el cuidado como un derecho. Para ello, es fundamental considerar la perspectiva histórica de la subordinación de las mujeres al trabajo reproductivo, los nuevos marcos conceptuales y las propuestas para la corresponsabilidad social del cuidado que presentan las investigaciones aquí recopiladas.