empleo no es equivalente a un trabajo decente y mucho menos los ingresos
pueden solventar las condiciones para el desarrollo (fao, 2016; fao, 2018c).
Se realiza una caracterización de los factores socioeconómicos, donde se
toman 27.235 jefes de hogar de la afc del 2009 al 2019. Solo el 16% de los
hogares presenta jefatura femenina y del total de los hogares 19,4% son
monoparentales.
Además, cerca de 2673 jefes de hogar tienen un trabajo secundario, donde
las actividades agrícolas representan el 81,5% mientras que el 18,5% son
actividades no agrícolas. El 77,4% de los jefes de hogar son mayores de 40
años. Se utiliza la variable región, ya que se observa que el mayor
porcentaje de hogares de la afc se encuentran en la Sierra. El número de
dependientes en el hogar en promedio se encuentra entre dos personas (ver
Tabla 3).
A través de la aplicación de un modelo probabilístico se encuentra que la
variable género (jefatura femenina) no es una variable con significancia
estadística. Según Alemu, Bewket, Zeleke, Assefa y Trutman (2011), el
género es una variable que puede tener diferentes efectos basado en el
contexto socioeconómico. En varios estudios se obtiene que los hogares con
jefatura masculina tienen mayor probabilidad de estar en condición de
pobreza que los hogares encabezados por mujeres, una de las razones detrás
es porque existe una infrarrepresentación de hogares con jefatura femenina
(Okeke-Agulu, Arene y Noble, 2014; Majeed y Malik, 2015; Ibitola,
Fasakin, Popoola y Olajide, 2019; Sadiq, Singh, Ahmad, Lawal y Kabeer,
2019). Como ya se mencionó, los hogares encabezados por mujeres
representan un porcentaje menor.
En cuestión de género, la desigualdad causada por la división sexual del
trabajo ha logrado que se ignore el aporte de la mujer en la producción. Las
mujeres rurales son las más afectadas por la pobreza, ya que las
características patriarcales que tiene la sociedad ocasionan mayor presión,
discriminación, sobrecarga laboral y explotación hacia ellas (Carrión y
Herrera, 2012; fao, 2018c; Flores, s. f.) (ver Tabla 4).
Al mismo tiempo, se obtiene que los determinantes de la pobreza
multidimensional son variables sociodemográficas. Cabe aclarar que es una