Reseñas
REVISTA ECONOMÍA 74(120), noviembre 2022 | pISSN 1390-6380 | eISSN 2697-333266
bungeano, recuperando así las propues-
tas industrialistas del economista alemán
Friedrich List (1789-1846).
de Bunge recopilados en esta edición del
Ministerio de Economía argentino cons-
tituyen piezas relevantes para el debate
intelectual. Así, por ejemplo, en «La
nueva política económica argentina», con-
ferencia dictada en 1921, puede verse con
claridad la preocupación de Bunge por
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centrada en el procesamiento mínimo de
materias primas y alimentos), sin por eso
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portador. Como buen historicista, Bunge
debatía con argumentos que recuperaban
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lizadas, principalmente las teorías del
rendimiento absoluto y las concepciones
de invariabilidad de las estructuras econó-
de cultivos agropecuarios, en articulación
con la promoción de industrias deriva-
das del sector primarios. En este sentido,
Bunge no negaba el progreso económico
que permitió a la burguesía terrateniente
vinculación con Inglaterra y otras nacio-
nes desarrolladas. Sin embargo, veía con
preocupación la sustituible producción
argentina en los dominios británicos, ase-
gurando que un peligro palpable sería
que «vendríamos a quedar casi fuera de
-
guraba que Argentina no era más que un
por las naciones desarrolladas, principal-
mente Inglaterra. De la misma manera,
para la Argentina la política proteccionista
del campo norteamericano, lo que deman-
daba aún más el fomento a las industrias
alimentarias y la industrialización que
supusieran una mayor diversificación
como el arroz, la yerba mate, la seda,
entre otras. Así, sus ideas nacionalistas lo
llevaron a cuestionar el libre cambio y el
cosmopolitismo de las elites argentinas y
como las formaciones carboníferas, los
yacimientos de petróleo, los minerales
para la construcción, entre otros, reivin-
dicando una lucha contra su importación.
Durante los años 1920, en la denomi-
nada unidad del valor,
las discusiones que Bunge abriera con
economistas internacionales de la talla
de Irvin Fisher (1867-1947) y Charles Gide
(1847-1932) sobre temas como el aumento
de precios primarios y los shocks interna-
cionales, entre otros asuntos. Justamente,
el tema del aumento de los precios inter-
nacionales interesó a Bunge más que
otros, atribuyendo especial importancia a
la mayor estabilidad de los precios manu-
facturados importados de las naciones
desarrolladas. Sin embargo, el aumen-
to de estos últimos, según razonaba
-
la Argentina de aquel entonces. La vieja
discusión de la emisión monetaria como
Bunge, quien en sus pronunciamientos
analizaba cómo la base monetaria de la
Argentina crecía progresivamente duran-
te los primeros lustros del siglo , pero
acompañada de una mayor capacidad
económica nacional (años en que ope-
raba la llamada Caja de Conversión). De
esta manera, el economista planteaba un
problema de vital importancia por su tras-
cendencia histórica contemporánea: no
dado que, post Primera Guerra Mundial,
En Una crisis de las fuerzas creadoras,
en los cambios irreversibles que dejaba
la post Primera Guerra en la economía
mundial y especialmente en la Argentina.