Gerardo Villalba Iguamba
Universidad Central del Ecuador (Ecuador)
DOI: 10.29166/economa.v76i124.6752
Hoy en día, el marco dominante en el
escenario político mostraría dos claros
bandos en disputa. Sin embargo, ambas
posiciones se encuentran interrelacio-
nadas. Varoufakis las describe como el
resultado del llamado “autoritarismo
gemelo”. Si bien son cómplices, su con-
tienda se presenta como una pantalla de
humo para opacar el verdadero sentido
de lucha de los movimientos progresistas.
Las fuerzas del establishment se han ideado
las formas desde el siglo anterior para
desplazar a un costado la voz de aquellos
disidentes progresistas en distintas partes
del mundo.
Encontrar un mecanismo de adapta-
ción fue necesario, ya que, ha tenido que
sobrellevar las diferentes crisis que han
ocurrido en el sistema capitalista, apo-
yado por adeptos neoliberales. Varoufakis
interpreta la crisis inmobiliaria del 2008
como el motivo principal para una rees-
tructuración del marco político vigente.
La define como el surgimiento de la
Internacional Nacionalista que resulta ser
una variante del establishment autoritario.
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cia mundial es Estados Unidos. Con esto,
el autor describe dos categorías. Aquellos
que representan la democracia liberal y
aquellos que representan la democracia
iliberal. El primero mantiene las ideas
principales del establishment tradicional
y el segundo se adhiere a una máscara
de disidencia. Sin embargo, Varoufakis
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que se intenta con la segunda es atraer a
aquellos disidentes que han sido confun-
didos y desorientados por el sistema, y de
esta forma, reducir las fuerzas de los legí-
timos movimientos progresistas.
Con esto, se plantea la necesidad de
crear una institución de carácter global
para enfrentar al modelo actual. El hecho
de imaginar un impredecible escenario
postcapitalista da origen a la propuesta del
autor: la creación de una Internacional
Progresista.
Esto permitiría abordar dos ámbitos
fundamentales: el medioambiental y el
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ción desmedida de recursos naturales y
sociales. La Internacional Progresista
lograría hacer frente a estos problemas.
Las preguntas que se presentan son:
¿cómo formarla? y ¿cómo actuar?
Aquí se evidencian varios inconve-
nientes. Para Varoufakis, su formación
resultaría de la organización y consenso
colectiva en todo el mundo. El princi-
el establishment autoritario ha generado
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mación de un nuevo grupo disidente en
el escenario político actual, cuando la
disputa se encuentra acentuada entre el
establishment liberal y la Internacional