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Morales K., et al.
dor (ver Tabla 1). Se resalta el año 2018 ya que, en dicho
año, el sector de la construcción presentó un crecimien-
to del 1,1% respecto al 2017, después de casi diez meses
de decrecimiento, de acuerdo con el Banco Central del
Ecuador [17].
Es importante resaltar que, en el 2018, año de cre-
cimiento para el sector de la construcción, ocurrieron a
nivel nacional 15.918 accidentes, de los cuales el 3,16%
estuvieron relacionados a actividades de construcción, es
decir, 503 personas reportaron un accidente constructi-
vo. Por otro lado, en 2016 ocurrieron 20.302 accidentes a
nivel nacional, de los cuales, el 5,54% representaron ac-
cidentes relacionados con la construcción, esto equiva-
le a un total de 1125 accidentes reportados, se aprecia así
que en 2016 ocurrieron casi el doble de accidentes que
en 2018. Sin embargo, es lógico inferir que, si la activi-
dad constructiva aumentó en 2018, también debía aumen-
tar la accidentabilidad, pero los datos no reejan aquello.
Se destaca también, que en año 2020, debido a la pan-
demia del covid-19, el sector de la construcción se vio
afectado por la situación económica derivada del con-
namiento y la consecuente ralentización de la economía
en el país [19].
La actividad constructiva del 2020 disminuyó en un
60% respecto al 2019 [20], aunque fue de los primeros
sectores en contar con un plan piloto en el contexto de la
emergencia sanitaria por el covid-19, es así que el Servi-
cio Nacional de Gestión de Riesgos () autorizó reto-
mar las actividades constructivas desde el 21 de abril del
2020 [20], y para los meses de junio y julio varias obras
habían reanudado sus actividades, lo que signicó un au
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mento de mano de obra, pero de manera paulatina, por
lo que al año 2020 se lo considera como atípico para el
análisis estadístico de la accidentabilidad en el Ecuador.
La tabla 2, muestra el número de accidentes por pro-
vincia. En todas las provincias, año tras año se observa
disminución del número de accidentes reportados, pese
a ello, según el Boletín estadístico del Seguro General de
Riesgos del Trabajo, del (2018), se reporta a la cons-
trucción entre las primeras diez actividades a nivel na-
cional con mayor accidentabilidad [6]. Esto podría hacer
pensar que existen casos de accidentes no denunciados
o una accidentabilidad oculta, que existen sobre todo en
países latinoamericanos [21], pues las actividades que se
realizan en la construcción llegan a formar parte del sec-
tor informal de la economía laboral del país, ya que los
trabajadores no son aliados [22], se conoce que el 46,3%
de la población económicamente activa del país trabaja
de manera informal [23], es decir, no cuentan con alia-
ción, y solamente pueden reportar los accidentes los em-
pleadores, aliados afectados o familiares de los mismos
[24] (ver Tabla 2).
De esta manera, se concuerda con lo indicado por
Hernández y Neves [14]: «En los países estudiados, es-
pecialmente en los pertenecientes a América, existe una
gran dicultad para registrar el 100% de los accidentes
y muertes», debido a la informalidad y serie de trámites
para registrar el accidente, lo que lleva a tener ciertas im-
precisiones en el manejo de los datos. Se resalta, también,
el hecho del incumplimiento de las normas de seguridad
en las construcciones, pues éste es más notorio en obras
pequeñas, donde los casos no son reportados, ya que se
resuelven de forma directa [20], es por ello que las regu-
laciones nacionales e internacionales de seguridad y salud
deberían ser difundidas también a los obreros, así como
diseñar cursos breves de capacitación y de seguridad para
los trabajadores [15].
La gura 1 indica que el mayor porcentaje de acciden-
tes reportados se presenta en Guayas y Pichincha, pro-
vincias donde el cuidado por los trabajadores en obra es
más regulado, esto se debe a que la mayoría de empresas
constructoras se encuentra en dichas provincias [25], y a
que desde el 2016 el Instituto Ecuatoriano de Seguridad
Social () recepta los avisos sobre accidentabilidad de
trabajo y enfermedades profesionales únicamente en su
página web, y según Dávalos, se asegura que el año 2020,
Pichincha y Guayas son las provincias con mayor acceso
a internet [26]. Por tal motivo se puede concluir que en
Ecuador no se notican todos los accidentes de trabajo
por parte del empleador en comparación con otros paí-
ses europeos [27] (ver Figura 1).
Llama la atención que en la provincia de Galápagos
no se hayan reportado accidentes entre 2016 y 2019, y de
igual manera en Los Ríos en el año 2019, aunque en el bo-
letín técnico de «Encuesta nacional de edicaciones ()
2019» Galápagos contó con 169 edicaciones a construir,
y Los Ríos se posicionó dentro del promedio nacional de
140 m² de áreas de construcción con un promedio de 120
m² [28]. Es decir, las obras que se realizaron en estas pro-
vincias no tuvieron inconveniente de accidentabilidad o,
sí existieron y no se reportaron.
3.1. ACCIDENTABILIDAD Y GÉNERO
De la gura 2, en la mayoría de los años presentados, más
del 95% de accidentes han ocurrido a personas de género
masculino (ver Figura 2), estos accidentes son más fre-
cuentes en los rangos desde los 25 a 44 años como se vi-
sualiza en la gura 3; mientras las mujeres sufren más ac-
cidentes en el rango de edad de 40 a 44 años (ver Figura 3).
Los hombres son los más afectados en cuanto a acci-
dentabilidad, ya que la mayor cantidad de trabajadores
en esta industria son de sexo masculino, debido a que
las tareas de construcción están calicadas como típica-
mente masculinas, aseveración que comúnmente es ex-
plicada por el lugar de trabajo, la cantidad de tareas que
exigen fuerza muscular, sus riesgos eventuales y afección
a la procreación, es decir, complicaciones en el emba-
razo y maternidad [29]. Además, la negligencia y exce-
so de conanza (en varones) producido por considerar
al riesgo físico, más como un reto que como un peligro
provoca minimización de la gravedad del mismo [30].