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Bravo Dely.
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El diseño no es considerado como primordial en el de-
sarrollo de productos para exportación, sin embargo,
el 42,86% de las empresas analizadas maniestan que
han incorporado algún tipo de actividad relacionada
con el diseño para exportar sus productos, enfocado
principalmente en el desarrollo de la marca, el empa-
que y la etiqueta, mientras que, otras, resuelven las ne-
cesidades de identidad gráca y de diseño del empaque,
por medio de plataformas digitales de acceso libre, que
permiten «diseñar» a partir de plantillas precargadas.
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En tanto que al hablar del diseño de la página web,
gran parte cubre esta necesidad, por medio de la ter-
cerización, y contrata empresas que ofrecen el servicio
de diseño multimedia, mantenimiento y actualización
correspondiente.
·
Por otra parte, el 57,14% de las empresas analizadas
sostienen que los servicios de diseño ofrecidos tienen
costos elevados, lo que diculta mantener el diseño
como una actividad permanente dentro de la empre-
sa, ya el 46,88% de ellas corresponden a microempresas
que tienen una planta de personal conformada por cua-
tro personas (generalmente miembros de la familia).
Se pudo demostrar que no existe una clara integración
del diseño en las empresas analizadas, ya que no es con-
siderado como una función permanente dentro de su es-
tructura, simplemente es percibido como una actividad
que permite satisfacer necesidades puntuales asociadas
principalmente al desarrollo de packaging y etiquetado;
es decir, el diseño gana protagonismo en la etapa nal
del proceso para trabajar la forma o «estilo» del producto
que va a ser comercializado.
A pesar de que el 92,86% de las empresas analizadas
perciben el diseño como un factor estratégico y acelerador
de la innovación, no es incorporado dentro de la organi-
zación para favorecer de manera positiva su crecimien-
to, esto se debe a que muchas empresas son escépticas o
no están seguras del resultado que implica la inversión en
diseño [3]. De igual manera, el diseño no se vincula en el
desarrollo de productos con mejores atributos que buscan
llegar a mercados internacionales, lo que deviene en la de-
valuación de la disciplina, por lo tanto, existe la necesidad
de mejorar la percepción del diseño entre las Mipymes.
iv. conclusiones
El crecimiento empresarial que se logra gracias a la ade-
cuada aplicación del diseño genera mayores ingresos al
conseguir márgenes más altos y aumentar el valor de los
productos. Es así como el diseño constituye un impor-
tante activo que permite la adecuada planicación estra-
tégica de la empresa, gracias a la mejora de su capaci-
dad creativa y de innovación [27]. El diseño trae consigo
valor, valor en los productos y servicios que se ofertan,
asimismo aumenta la satisfacción de los consumidores,
de los empleados y permite un mejor rendimiento del
proceso de producción. Sin embargo, las empresas des-
conocen cómo medir el impacto del diseño dentro de sus
estructuras, [28] lo que se debe al poco interés y resisten-
cia que muestran los profesionales del diseño para cuan-
ticar el coste (inversión) y recuperación de éste (renta-
bilidad) en las empresas que lo incorporan con diferentes
intensidades [27].
Es por ello, que resulta importante que empresas y di-
señadores establezcan un espacio de diálogo que permita
esclarecer el concepto del valor del diseño y el alcance que
tiene el diseño como competencia empresarial estratégica,
[29] lo que favorece a entender que los diseñadores son
contratados no solo para embellecer las cosas, sino para
crear valor, según lo señalado por Jon Davies.
Si bien la gestión del diseño es una actividad comple-
ja, [11] que se encarga de ofrecer soluciones efectivas de
diseño, de un modo eciente y a costes adecuados, por
medio del empleo de una amplia gama de capacidades,
[27] que busca favorecer el crecimiento empresarial, en
el Ecuador no es incorporada en el seno de las empre-
sas analizadas, ya que en la mayoría de los casos las em-
presas no incluyen diseño en sus actividades y resuelven
sus necesidades de manera empírica, sin tener un cono-
cimiento previo de lo que implica el acto de diseñar, esto
se debe a que muchas empresas limitan la aplicación del
diseño únicamente en el tratamiento de lo estético-for-
mal, que se emplea en la parte nal del proceso produc-
tivo para mejorar la presentación del producto y hacerlo
más apetecible para el consumidor.
El desconocimiento del verdadero valor del diseño en
el núcleo empresarial hace que los honorarios de los pro-
fesionales de la rama sean percibidos como elevados, y
obliga a las empresas a desarrollar productos que se aco-
gen a lo que se encuentra en tendencia en el mercado,
carentes de innovación y diferenciación frente a la com-
petencia; esto desfavorece el desarrollo de la disciplina
y ocasiona que no sea valorada y sea poco empleada es-
pecialmente por las Mipymes que en su mayoría son de
composición familiar y nacen por necesidad, lo que las
obliga a priorizar otro tipo de actividades, y deviene un
bajo nivel de gestión que muchas veces desencadena en
errores e inclusive la quiebra [30].
Por ello, uno de los retos que se plantean es el de
concienciar a los diferentes actores —entidades guber-
namentales y empresa pública y privada— respecto a los
benecios que implica la aplicación del diseño dentro de
la estrategia de la empresa, por otra parte, desde la acade-
mia se debe formar diseñadores gestores capaces de vin-
cularse en la empresa para liderar proyectos, de modo que
se logre difundir la importancia que tiene la disciplina y
promover la inserción de estos profesionales para lograr
la revalorización de la actividad.