Individuo y sociedad

Abstract

El autor analiza la tensión histórica entre el individuo y la sociedad, cuestionando cuál de los dos posee mayor valor o primacía. Explica que la sociedad no es simplemente la suma numérica de individuos, sino una entidad colectiva construida por vínculos espirituales, ideales comunes y la renuncia parcial a la libertad individual, similar al Contrato Social de Rousseau.

Advierte que muchas agrupaciones humanas no constituyen verdaderas sociedades, porque carecen de solidaridad auténtica: están juntas físicamente pero espiritualmente separadas. La verdadera sociedad requiere comprensión, afinidad de ideales y cooperación sincera.