Estudio Terapéutico y Farmacológico de la Digitalis Purpúrea nacional
Resumen
La flora de nuestros climas tropicales y subtropicales, cual pocas en el mundo, nos brinda oportunidades de trabajos mil, ya que es variadísima, útil a la Medicina y a la industria, a la par que hermosa. Por consiguiente, ¿por qué no recurrir a ella en busca de tema para nuestros trabajos? Y, ¿por qué no aprovecharla para arrancar de sus jugos los misteriosos principios activos, tan poderosos, tan útiles y, aún, a veces, tan terribles? Talvez nuestro temperamento poco investigador, no pueda convertirnos en descubridores de medicamentos; talvez nuestros escasos medios de investigación, no nos ayuden conforme desearíamos; pero, por lo menos, aprovechemos de lo que a nuestro alcance está, y con esto haremos labor de patriotismo. Allí tenemos, por ejemplo, una preciosa planta medicinal que existe, entre nosotros, en gran proporción, al estado salvaje; en algunas regiones propicias a ella, hace derroche de frondosidad y lozanía y es usada, empíricamente, con los mismos o semejantes fines terapéuticos por los que la ciencia la aprovecha; y es la Dígitalis - Purpúrea o Dedalera. Todos hemos mirado, hace mucho tiempo, algunas de estas plantitas, que, talvez, espontáneamente, crecian en el jardín del antiguo Hospital Civil de esta ciudad, y, al menos que yo sepa, nadie, nunca, ha ensayado sus efectos. Fué mirando a éstas que nació en mí 'la idea de ensayarlas y, de ser posible, extraer también su glucosido, la Dígitalina. Con este intento estaba, cuando una feliz coincidencia hacía que mis intenciones se realícen: el competente estudiante de Farmacia, Sr. Alfredo Paredes, denunciaba ante la Facultad, su tesis sobre «Extracción de la Dígítalína Nacional». Todo estaba resuelto; no había nada más que poner manos a la obra, como vamos a ver. Pero, antes de entrar en materia, quiero aclarar que, al escribir esta tesis, procuraré ser lo más conciso posible: repetiré, de lo ya estudiado, hasta la saciedad, sobre este tema, solo lo indispensable y diré lo observado, por mí, a la cabecera del enfermo o en el laboratorio.