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in FIGEMPA: Investigación y Desarrollo
Diagnóstico del desperdicio de alimentos en la provincia de Cotopaxi, Parroquia José Guango Bajo, propuesta banco de alimentos
Resumen
La presente investigación se llevó a cabo en el cantón Latacunga, Parroquia José Guango Bajo, Barrio Centro, con el objetivo de realizar un análisis sobre el desperdicio de alimentos que se da en la zona para diseñar la propuesta de implementación del Banco de alimentos UTC. Se utilizó la metodología de la herramienta de KoboToolbox que permitió levantar los resultados de la encuesta. Se aplicó el muestreo aleatorio estratégico para la aplicación de 2.481 encuestas distribuidas de la siguiente manera; se aplicó a 700 productores agrícolas, 860 a consumidores y 921 a comercializadores. Este estudio se enfoca en el contexto del desperdicio. Los resultados detallan la carencia normativa e inconvenientes derivados de la composición del sistema, de igual manera las encuestas informan que la mayoría de las personas desperdician los alimentos, 30% en los hogares, 25% comercialización, 25% almacenamiento mientras que en la distribución de los alimentos 20%. El 80% de los encuestados afirman que sería una buena iniciativa la propuesta del Banco de Alimentos UTC para la ciudad de Latacunga la cual beneficiará a las personas vulnerables del sector.
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INTRODUCCIÓN
La FAO (2018) ha demostrado en múltiples estudios que cada año se pierden o desperdician 1.300 millones de toneladas, lo que equivale a un tercio de todos los alimentos producidos a nivel mundial para el consumo humano (Gustavsson et al., 2011). Específicamente, los países desarrollados representan el 56% de las pérdidas o el desperdicio, mientras que los países en desarrollo representan el 44% (Banco Mundial, 2019).
Al descartar alimentos, los recursos relacionados con la producción agrícola, la tierra, el agua, la energía, los insumos agrícolas, el dinero, etc. se utilizan de manera bastante ineficiente (Basso et al., 2016) (Eguillor, 2017), en la actualidad se estima que alrededor del 28% de las tierras agrícolas del mundo se desperdician, es decir, se desperdician alimentos no comestibles para el ser humano (HLPE, 2014), por lo que el costo se verá afectado por millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero, que representa el 8% de las emisiones anuales. A nivel mundial, el cambio climático es importante (INEC & MAG, 2018).
La producción y organización de productos agrícolas está acompañada de una parte de pérdidas y desperdicios que se desarrollan durante toda la cadena de suministro hasta en consumo de los mismos (Gra et al., 2016). La particularidad que se da a lo largo de la cadena varía de un país a otro, dependiendo de las condiciones y circunstancias específicas de cada región (Basso et al., 2016), sin embargo, las pérdidas se deben principalmente a procesos y equipos de cosecha insuficientes o deficientes (Alexander et al., 2017), inexistencia de infraestructura y áreas de almacenamiento, procesamiento y refrigeración inadecuados; baja funcionalidad e ineficiencia en el sistema de marketing; desconocimiento de las personas involucradas; diferentes etapas de la cadena productiva agrícola (Gascón & Montagut, 2014); entre otras cosas. El 6% de pérdidas y desperdicios de comestibles se crea en Latinoamérica y el Caribe, de los cuales el 28% se crea en el consumo, 28% en la producción, 22% en el manejo y alojamiento, 17% en el mercado y organización y el 6% en el procesamiento (Gascón, 2019); esta parte representa cantidades de elementos asociados en relación a agua, suelo y energía que no son aprovechados. Teniendo en cuenta que en el planeta existe parte de la gente creciente que aún sufre hambre y desnutrición, 7,9% de la gente sufre hambre, los productos agrícolas que se convierten en pérdidas y desperdicios tendrían la posibilidad de ser aprovechados por estos sectores, ayudando de esta forma a la conservación del medio ambiente (FAO, 2015).
Ecuador es uno de los países con más desperdicio de alimentos en América Latina, aunque el 24,5% de los ecuatorianos vive en la pobreza, la pobreza extrema, este tipo de desperdicio absurdo aún se da. Como parte de la solución de este problema social, se establecerá en la ciudad de Latacunga, el primer banco de alimentos ecuatoriano por iniciativa de un profesor de la Universidad Técnica Cotopaxi. Gracias a la cooperación inquebrantable de maestros, estudiantes y miembros de la comunidad como voluntarios, el Banco de Alimentos podrá lograr su objetivo de evitar el desperdicio de alimentos y tomar acciones concretas para erradicar el hambre en la ciudad de Latacunga. El banco de alimentos recolecta y selecciona los alimentos donados recibidos, estos alimentos se encuentran en las mejores condiciones, pero han llegado al final del ciclo de venta y generalmente se desperdician. El Banco de Alimentos es actualmente uno de los programas de divulgación más grandes que mantiene la Universidad y está tratando de promoverlo en todo el país.
MATERIALES Y MÉTODOS
El trabajo se ejecutó en la parroquia José Guango Bajo, provincia de Cotopaxi, entre octubre 2020 y marzo 2021. Se aplicaron encuestas a productores, comerciantes y consumidores, que fueron establecidos intencionalmente, conforme a su rol dentro del desperdicio de alimentos en la provincia. El número de encuestas aplicadas fue de 2.481 encuestas distribuidas de la siguiente manera: se aplicó a 700 productores agrícolas, 860 a consumidores y 921 a comercializadores; muestra con un 95 % de nivel de confianza, error muestra del 5%, desviación estándar de 0,5. Se determinó: geolocalización, factores que determinan la cantidad del desperdicio de alimentos en la parroquia ya mencionada.
Mediante fuentes confiables se realizó la búsqueda acerca de los desperdicios de alimentos a nivel nacional, para obtener información de tema en estudio. Se aplicó encuestas a productores, consumidores y comercializadores, personas de distintas edades, a través del uso de la aplicación digital KoboToolbox, de forma rápida y sencilla.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados de la investigación se basaron en una recopilación de información de encuestas, que consideran las tres dimensiones: la sociedad, la economía y el medio ambiente.
Los aspectos sociales estudiados están referidos en varios componentes que se describen:
  • Sedeterminó que la mayoría de las personas desperdician los alimentos, 30% en loshogares, 25% comercialización, 25% almacenamiento mientras que en ladistribución de los alimentos 20%. En relación al origen de los alimentosdesperdiciados tenemos que los vegetales ocupan un 35,70%; el 29,60% frutas;15,60% proteínas y 10,80% carbohidratos.
  • Para elporcentaje de comida desperdiciada en cada una de las comidas del día se tieneque el 40,40% desperdicia la comida en los almuerzos; 1,80% comida en lasmeriendas y en los desayunos 24,90%. El 70% desechan la comida por sobrantes;55% desechan la comida por productos mal conservados; 30,70% desechan losalimentos por exceso de preparación.
  • Otraopción por la cual se pierden los alimentos es porque expiran o se dañan antesde ser consumidos dando como un porcentaje de 62,90%; mientras que el 50,70%afirman que se desperdician porque los niños no se comen todo; el 45,40% sedesperdician por comprar mucha comida; 37,70% desperdician los alimentos porquenadie controla o hace seguimiento al desperdicio.
  • Por otrolado, tenemos que el 20,60% mencionan que es porque las personas realizan unadieta o quieren mantener un peso y por último el 20,60% indican que no es deagrado la sazón.
  • En loreferente a las personas que desechan al tacho de basura: la comida sobrante delos platos tiene un 56,10%; el 43% reciclan o la reutilizan y 32,90% regalan aalguien que lo necesita; el 54,80% están de acuerdo en llevar los sobrantes enrecolección.
  • El38,80% de las personas realizan un listado previo para realizar las respectivascompras, 25,70% frecuentemente realizan una lista para realizar las compras;15,90% pocas veces realizan un listado para realizar las compras y el 9% nuncarealizan un listado.
  • El70,50% conocen sobre el impacto ambiental que tienen al momento de desperdiciarlos alimentos, mientras que el 50,60% no conocen sobre este impacto que produceal momento de desperdiciar los alimentos.
  • Comoestrategias para disminuir el desperdicio de alimentos tenemos: el 40% de laspersonas no compran en exceso; mientras que el 30,90% realizan un listado decompras; el 30,90% educan a la familia para evitar así los desperdicios decomida; otro 30,90% indican la cantidad de comida a servirse; en quinta opción30,90% mencionan que la estrategia es manejar fechas de caducidad al momento dehacer las respectivas compras y por último el 30,90% realizan charlas para así evitar el desperdicio de comida enhogares.
  • Sedeterminó que existe mayor porcentaje en que no conocen lo que es un banco dealimentos equivalente al 70% de las personas.
  • El 80%de personas encuestadas afirman que instituciones almacenadoras de alimentos enun buen estado, son las que almacenan los alimentos que son desechados porempresas y estos productos son donados a posterior, mientras que el 20% de personasafirman que no son Instituciones productoras de alimentos las que los almacenanpara donar.
CONCLUSIONES
La mayor parte del desperdicio de alimentos se origina en los hogares, 30%, sin embargo, entre la comercialización, almacenamiento y distribución de los alimentos 70%, estos datos muestran que es imprescindible establecer estrategias de manejo de desperdicios generados por la población para contribuir con la sostenibilidad ambiental, social y económica.
El 70% de personas encuestadas afirmaron que no tienen conocimiento sobre lo que es un banco de alimentos, basado en la exploración realizada se llega a deducir que existiría la oportunidad de expandir la iniciativa de bancos de comestibles como una organización en la comunidad liderada, esto implica elaboración y organización de los recursos que en la actualidad no se conoce ni se lleva a cabo, más que por terceros hacia los beneficiarios, desde el Banco de Comestibles hacia los clientes.
Cabe recalcar que se apoya en una economía altruista desde el lado de los bancos hacia los beneficiarios, puesto que las compañías que donan los comestibles no lo hacen como responsabilidad popular empresarial al 100% sino que lo hacen por un provecho propio, reduciendo sus costos de inventario y devastación por la caducidad de sus productos y además hay impactos baratos que no están establecidos precisamente.
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MATERIALES Y MÉTODOS
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
CONCLUSIONES