Plaquetas sanguíneas
Resumen
En los primeros tiempos de la vida intrauterina, se diferencian del mesenquímo, grupos de células mesenquímatosas que se aíslan en núcleos, y tienden a organizarse en una especie de tubos, empezando al mismo tiempo a captar la hemoglobina de la sangre de la madre. Estos grupos celulares, son los generatrices de toda la sangre. La célula mesenquímatosa se transforma en el histocíto que queda latente en los órganos hematopoyétícos y que luego se transforma en hemocítoblasto, célula provista de gran núcleo central y vacuolas. Este sigue su maduración, primero en pronúcleoblasto, cuyo protoplasma está provisto de pequeñas granulaciones; segundo, en míeloblasto, cuando las granulaciones son francas. A partir del míeloblasto, tienen origen los megacaríocítos, células gigantes cuyo protoplasma está dotado de grandes movimientos ameboídeos y tiene la facultad de emitir pseudópodos. Su protoplasma se fragmenta y esos fragmentos van a los pseudópodos que, al separarse de la célula, pasan a la sangre, constituyendo las plaquetas sanguíneas, mal llamadas hematoblastos antiguamente.