En una época densa, sinuosa, llena de trampas, se entrecruzan, se interrumpen y se corresponden y terminarán uniéndose al infinito como experiencia límite la sobrevivencia de la especie y de su entorno, por tanto, de nuestra casa, nuestro planeta. Tratemos de ver la luz al final del túnel y no solo como una forma discursiva sino como algo nuevo con perspectivas que generen un eco hacia la vida, la innovación, el humanismo y poder escapar a los estereotipos y cadenas, tal vez nos causen vértigo, pero es un camino que nos lleva a encontrarnos a nosotros mismos en la vida cotidiana con un aprendizaje nuevo que no esté sujeto al azar en el destino de los hombres. Somos afortunados, entendido en el sentido de suerte, pero sabemos que para el inconsciente nada es imprevisible y para la filosofía no hay casualidades.
DOI: https://doi.org/10.29166/revfig.v12i2
Publicado: 2021-12-16